El presidente de Colombia promete una reforma agraria “por las buenas”, dice, para las próximas semanas, sin despojar a los indígenas de sus territorios.
Al intervenir en la Primera Convención Nacional Campesina, que sesionó en la Universidad Nacional de Bogotá, el presidente Gustavo Petro anunció que su Gobierno se apresta a iniciar, en las próximas semanas, una reforma agraria, de manera pacífica y sin despojar a los indígenas de sus tierras. Petro anunció que el Gobierno se alista a comprar grandes cantidades de tierra para distribuirlos entre los campesinos y campesinas e industrializar la producción de alimentos.
El presidente consideró que esa no ha sido una consigna comunista, sino que repartir democráticamente la tierra para industrializar un país es el principio de la sociedad capitalista. Habló sobre la necesidad de una palanca financiera para apoyar a los agricultores para la producción e industrialización de alimentos.
Petro además pidió la alianza del campesinado para lograr la reforma. Igualmente, el Presidente hizo hincapié en que la reforma agraria busca beneficiar, a través de la política de titulación, a las mujeres que viven en las zonas rurales, las cuales prioritariamente también deben ser dueñas de la tierra.