El comandante de la Armada de Irán dice que Estados Unidos le rogó al país persa para que liberara sus barcos confiscados por un destructor iraní en el mar Rojo.
“Los estadounidenses nos rogaron que les devolviéramos sus naves [no tripuladas] confiscadas, y desde entonces ya no se han atrevido a ingresar en esta región”, dijo el viernes el comandante de la Fuerza Naval del Ejército de Irán, el contralmirante Shahram Iraní.
En un discurso pronunciado antes del inicio del sermón del rezo colectivo del viernes de Teherán, el alto mando castrense hizo hincapié en que la Armada iraní actúa de manera completamente profesional y de acuerdo con el derecho internacional.
Dejó en claro que la Fuerza Naval del Ejército contrarrestará con firmeza al enemigo en caso de que use equipo militar injustificado.
El pasado 1 de septiembre, una flota naval iraní, encabezada por el destructor de misiles Yamaran, confiscó brevemente dos naves no tripuladas estadounidenses en el mar Rojo para evitar accidentes marítimos.
Según informó la televisión nacional, el buque Yamaran “encontró varias naves militares no tripuladas en una ruta internacional comercial el jueves [29 de septiembre] cuando llevaba a cabo una operación militar antiterrorista en el mar Rojo”.
El informe agregó que “después de asegurar el paso de los buques internacionales, la flotilla liberó a las dos embarcaciones en un área segura”.
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La 5ª Flota de la Marina de EE.UU., a su vez, confirmó la confiscación y dijo que sus dos destructores, el USS Nitze y el USS Delbert D. Black, acudieron al lugar del incidente y “se mantuvieron en comunicación con el navío de guerra iraní para […] recuperar los saildrones”, y por fin, recibieron los drones navales un día después.
En su alocución, el contraalmirante Iraní alabó a la Armada iraní por aumentar su presencia militar en alta mar y dijo que la Fuerza Naval iraní no pide permiso a ninguna potencia para tener una presencia poderosa en las aguas internacionales.
En los últimos años, la Fuerza Naval iraní ha incrementado su presencia en las aguas internacionales para velar por la seguridad de las rutas navales, en peligro por los ataques piratas, y para enfrentar a los barcos enemigos que violan repetidamente la soberanía de las aguas jurisdiccionales de Irán, especialmente en el Golfo Pérsico.