Siria ha desestimado las últimas declaraciones del jefe de política exterior de la Unión Europea en las que acusó a Damasco de incumplimiento de la Convención sobre Armas Químicas (CWC), calificándolo de un intento de engañar a la comunidad internacional.
“Ciertos estados occidentales y funcionarios de la UE han ido demasiado lejos al engañar a la comunidad internacional sobre el presunto uso de armas químicas por parte de las fuerzas sirias y rusas”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados de Siria en un comunicado el jueves.
“Tales intentos están destinados a empañar la imagen de los dos países a favor de los esquemas coloniales de Occidente”, se apresuró a agregar, señalando que algunos estados miembros de la UE y otras naciones occidentales han usado armas químicas en todo el mundo.
El ministerio refutó enérgicamente las afirmaciones de que el país árabe ha usado tales armas, pero agregó que tales armas han sido utilizadas por grupos terroristas alineados con Occidente en el país devastado por la guerra.
“Damasco no ha usado ni usará este tipo de armas, a pesar de que han sido utilizadas por grupos terroristas y agentes de las agencias de inteligencia occidentales en Siria… El gobierno sirio también enfatiza que rechaza enfáticamente el uso de tales municiones en cualquier lugar y momento”. subrayó.
El 30 de noviembre, Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, emitió un comunicado publicado en la web del Consejo de la UE condenando al gobierno sirio por su presunto uso de armas químicas.
“La Unión Europea reitera su enérgica condena del uso de armas químicas por parte de la República Árabe Siria y su incumplimiento de sus obligaciones internacionales en virtud de la Convención, como lo demuestran las investigaciones exhaustivas y exhaustivas llevadas a cabo por las Naciones Unidas y la OPAQ”, dijo. dijo.
Vale la pena señalar que el 14 de abril de 2018, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia llevaron a cabo una serie de ataques aéreos en Siria por un presunto ataque con armas químicas en la ciudad de Douma, ubicada a unos 10 kilómetros al noreste de la capital Damasco.
Ese ataque fue denunciado por el grupo Cascos Blancos, que publicó videos que los mostraban supuestamente tratando a los sobrevivientes.
Washington y sus aliados culparon a Damasco por el ataque de Douma, acusación que el gobierno sirio rechazó rotundamente.