Este viernes se lleva a cabo en Italia una huelga nacional de trabajadores del transporte y funcionarios públicos, incluidos trabajadores médicos y escolares, por iniciativa de la Confederación de Comités de Base (Cobas) y varios otros sindicatos.
Según el portavoz de Cobas, Piero Bernocchi, la gente protesta contra «un ataque reaccionario» del gobierno italiano bajo la presidencia de Giorgia Meloni contra los derechos civiles y democráticos, su política «dirigida a la criminalización de los inmigrantes y la escalada de los conflictos sociales».
Los sindicatos que participan en la huelga también exigen que las autoridades renueven los contratos laborales de los servidores públicos, aumenten sus salarios e introduzcan la indexación automática de salarios en medio de la creciente inflación y el aumento del costo de vida. Otras demandas incluyen la introducción de un salario mínimo, la reducción de los precios del combustible y los bienes básicos y la cancelación de los aumentos de las tarifas de energía.
Debido a la huelga, se esperan interrupciones en el trabajo de los sistemas de transporte público en toda Italia hasta el viernes por la noche, con protestas en las principales ciudades del país, incluidas Roma, Milán, Nápoles y Génova.
La inflación en Italia fue del 11,8% interanual en noviembre, según el Instituto Nacional de Estadística italiano, que es una de sus cifras más altas en décadas.