Dicho monto es más del doble de los niveles gubernamentales disponibles actualmente, ascendentes a 154 mil millones de dólares al año destinados a preservar las aguas, la tierra, el aire y la vida silvestre, precisó un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
El cálculo servirá de base para la Cumbre sobre Biodiversidad, prevista del 7 al 19 de este mes en Montreal (Canadá), donde los países tratarán de llegar a un acuerdo para proteger la naturaleza y la vida silvestre frente a una mayor degradación y pérdidas de especies y paisajes.
Para el jefe del departamento de financiación del clima del Pnuma, Ivo Mulder, el apoyo monetario debe aumentar si se quiere hacer frente a la triple crisis de la degradación de la tierra, el clima y la naturaleza.
Al respecto argumentó que “alrededor del 50 por ciento del PIB mundial depende de la salud y el buen funcionamiento de los ecosistemas, por lo que no debería ser un tramo demasiado duro, incluso si vivimos múltiples crisis, como la guerra en Ucrania y la espiral de la inflación”,
De acuerdo con ese organismo de la ONU, los Gobiernos gastan entre 500 mil y un billón (un millón de millones) de dólares al año en subvenciones potencialmente perjudiciales para la pesca, la agricultura y los combustibles fósiles.
El informe del Pnuma recuerda que más de 100 países se comprometieron el año pasado en la ciudad china de Kunming a trabajar en la protección de la biodiversidad, pero no lograron ponerse de acuerdo en cuestiones como la financiación de la conservación medioambiental en las naciones más pobres.
La Cumbre sobre biodiversidad estaba prevista en esa urbe asiática, pero se cambió para Montreal debido a las restricciones que impone la Covid-19, aunque el gigante asiático mantiene la presidencia.
Los líderes mundiales firmaron un pacto sobre biodiversidad, en Aichi (Japón) en 2010 donde fijaron objetivos para intentar frenar la pérdida para 2020, pero ninguno se cumplió.