Un portavoz de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) dice que todas las operaciones militares conjuntas con la coalición liderada por Estados Unidos se han suspendido como resultado del bombardeo turco en su área de control en el norte de Siria.
«Todas las operaciones especiales conjuntas que realizábamos regularmente» se han detenido, dijo Aram Henna el viernes.
El portavoz del Pentágono, el general de brigada Patrick Ryder, dijo anteriormente a los periodistas que las operaciones no se habían detenido.
Turquía ha intensificado su bombardeo del norte de Siria en las últimas semanas tras el mortal atentado con bomba del 13 de noviembre en Estambul.
Ankara culpa al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y a su filial siria del grupo militante YPG, que es la columna vertebral de las SDF, por el ataque, que mató a seis personas e hirió a más de 80.
Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad de la explosión de Estambul y tanto el PKK como el YPG han negado su participación en ella
Hablando el sábado en una conferencia de prensa en línea en Hasaka, el comandante de las SDF, Mazloum Abdi, reconoció que los ataques militantes habían cesado luego de los ataques aéreos turcos.
También dijo que Ankara se está preparando para lanzar una ofensiva terrestre en el norte de Siria, diciendo que su objetivo es «destruir la infraestructura de esta región para allanar el camino para un ataque terrestre».
“El estado turco se está preparando para un ataque terrestre. [El presidente Recep Tayyip] Erdogan dice repetidamente que quiere atacar a Kobane, Manbij y Shahba. Además, están preparando sus fuerzas sobre el terreno, los grupos sirios afiliados a ellos, para un ataque”, dijo.
Los medios turcos también informaron el domingo que el ejército del país “pronto” lanzaría una ofensiva transfronteriza en la región norte de Siria.
El diario turco Yeni Safak citó al ministro de defensa del país, Hulusi Akar, diciendo en una reunión secreta que Turquía “pronto” comenzará una “operación terrestre” en el norte de Siria.
Erdogan prometió el martes lanzar «pronto» la cuarta operación terrestre ilegal del país en Siria, la amenaza más directa del tipo que ha emitido desde mayo, cuando comenzó a advertir sobre tal invasión.
Durante años, la política de Estados Unidos se ha basado en colaborar con militantes kurdos en el norte de Siria con el objetivo de mantener cierta influencia sobre el futuro del conflicto.
En 2019, los militantes kurdos anunciaron un nuevo acuerdo con el gobierno de Damasco, cuando las tropas turcas se adentraron más en su territorio y el expresidente estadounidense Donald Trump ordenó la retirada del ejército estadounidense del norte de Siria.
El acuerdo de los kurdos con Damasco allanó el camino para que las fuerzas gubernamentales regresaran al noreste del país por primera vez en años para tratar de repeler una invasión turca.
Sin embargo, la política de Washington ha sido mantener a las fuerzas sirias fuera del territorio para mantener la presión sobre el presidente Bashar al-Assad.
En otras palabras, EE. UU. utiliza tanto a militantes de Turquía como de Kurdistán para mantener su ocupación del norte de Siria.