El parlamento libanés no pudo elegir un nuevo presidente el jueves por octava vez en medio de un estancamiento político cada vez más profundo y conversaciones sobre jugadores extranjeros que respaldan diferentes «iniciativas» para romper el estancamiento.
La Agencia Nacional de Noticias, de propiedad estatal, citó fuentes locales que dijeron que varios bloques libaneses no lograron llegar a un consenso sobre un acuerdo para elegir al presidente, ya que se emitieron 52 votos en blanco y solo 111 de los 128 legisladores del parlamento se presentaron a la votación.
Michel Moawad, un candidato respaldado por las Fuerzas Libanesas y considerado cercano a Washington, obtuvo 37 votos, por debajo de la cifra necesaria para ganar la primera vuelta. Varios nombres aparecieron en otras boletas, mientras que 4 boletas fueron canceladas.
El presidente del Parlamento, Nabih Berri, aplazó la sesión hasta el jueves 8 de diciembre, ya que no hubo quórum. Las siete sesiones anteriores para elegir al próximo presidente se realizaron semanalmente sin ningún éxito.
Los informes de los medios libaneses dijeron el viernes que la falta de elección de un presidente crea la impresión de que existen «obstáculos» externos que impiden el fin del estancamiento político en el país árabe.
La intromisión extranjera y el punto muerto dictado por el exterior
Según el periódico al-Akhbar, fuentes parlamentarias señalaron que la situación ha llegado a una “etapa peligrosa” ya que ninguno de los partidos o bloques locales otorgó un mandato absoluto a ninguno de los contendientes mientras el país se sumerge en una profunda crisis económica y social.
Una fuente bien informada le dijo al periódico al-Akhbar que Francia, que ha estado desempeñando el papel de representante de los EE. UU., confirmó que rechaza vincular el archivo presidencial con el archivo del gobierno y que deberían tratarse por separado.
Según los informes, Francia ha estado presionando para poner fin al estancamiento presidencial mediante la promoción de un candidato de tendencia occidental que también puede ser confirmado por Hezbolá.
Vale la pena señalar que Estados Unidos busca alimentar la inestabilidad política y la crisis económica en el Líbano para debilitar la resistencia del país como un favor al régimen israelí, el aliado clave de Estados Unidos en la región.
Una declaración emitida por la Casa Blanca el jueves, luego de la reunión del presidente francés Emanuel Macron con su homólogo estadounidense, afirmó que París y Washington están «decididos a mantener esfuerzos conjuntos para instar a los líderes del Líbano a elegir un presidente y promover reformas críticas».
Mientras tanto, la información obtenida por al-Akhbar indica que Arabia Saudita busca un “acuerdo integral” en el Líbano.
La posición saudí es un poco vaga, según la fuente. Riad ni “dio su bendición” a la elección del jefe del partido Marada, Salman Franjieh, como presidente ni ha mostrado una postura negativa hacia su nombramiento.