Omar bin Laden, el hijo mayor del exterrorista número uno Osama Bin Laden, reveló detalles de su dura infancia en una entrevista para el medio británico ‘The Sun’. De acuerdo con él, los eventos traumáticos de su adolescencia le provocaron trastorno bipolar y hasta escuchaba la voz de su padre en su cabeza.
De acuerdo con Omar, su educación y la de sus hermanos incluyó palizas regulares y cursos de supervivencia en el desierto, en donde prácticamente no tenían comida ni agua y tenían que dormir en agujeros en el suelo. Incluso, aseguró que su padre probó armas químicas en sus cachorros.
Declaró que cuando su familia huyó a Sudán, Osama bin Laden prohibió todo lo estadounidense, desde el aire acondicionado hasta los inhaladores para el asma, a pesar que sus hijos padecían dicha enfermedad respiratoria.
Al cumplir los 15 años, el terrorista eligió a Omar para que se uniera a él en Afganistán y lo nombró su heredero, por lo que lo llevó al campamento en donde entrenaban a los futuros terroristas.
«Intento olvidar todos los malos momentos en la medida de lo posible. Es muy difícil. Se sufre todo el tiempo», declaró el hombre.
Fue ahí donde el joven descubrió que su perros domésticos eran utilizados para probar armas químicas y morían en agonía. Pero el colmo de todo fue cuando su padre ordenó que sus otros hijos se convirtieran en terroristas suicidas, por lo que Omar comenzó a planear su escape.
Con todo, declaró que su padre «odiaba a sus enemigos más de lo que amaba que a sus hijos». Al ser interrogado sobre las razones por las que el terrorista lo eligió como su heredero, sugirió que fue porque «era más inteligente» que sus hermanos, quizá la razón por la que continúa «vivo hoy».