Hungría bloqueó la convocatoria de la reunión del comité OTAN-Ucrania del 29 de noviembre y no dará luz verde «hasta que Ucrania devuelva los derechos de los húngaros en Transcarpacia», señaló el ministro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, en su cuenta de Facebook (propiedad de Meta, calificada como organización extremista en Rusia).
«No hay nada nuevo ni sorprendente en nuestra posición», dijo en alusión a un artículo del Financial Times, en el que se afirmaba que Hungría no quería que el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmitri Kuleba, asistiera a una sesión formal completa de la cumbre de la OTAN en Bucarest, que comenzó este martes y continuará el miércoles. Por ello, el ministro ucraniano solo pudo unirse a sus pares de la OTAN durante la cena.
A pesar de expresar lo contrario como motivo para el veto, el ministro húngaro aclaró que su país no está planteando la cuestión del respeto de los derechos de los húngaros étnicos en el territorio ucraniano, mientras que continúa la operación militar especial rusa en el país. «Esperamos que la paz llegue lo antes posible, y entonces se podrá volver a discutir este asunto«, dijo.
Hungría ha bloqueado las reuniones del comité OTAN-Ucrania a nivel ministerial desde el 2017, debido al trato que recibe de Kiev la minoría étnica húngara de Transcarpacia, una región del oeste de Ucrania, conocida también como ‘Zakarpatia’, que permaneció bajo el dominio húngaro hasta principios del siglo XX, pero cambió de manos varias veces y terminó siendo parte de la URSS después de la Segunda Guerra Mundial.
Así, las relaciones entre Kiev y Budapest se deterioraron rápidamente, cuando las autoridades ucranianas adoptaron el 25 de septiembre de 2017 una controvertida ley de educación, que restringía en gran medida los derechos de las minorías étnicas a recibir enseñanza en las escuelas en su lengua materna.
Desde entonces, el comité OTAN-Ucrania solo se ha reunido a nivel de representantes permanentes.