CIUDAD DE VATICANO — El embajador de Rusia en el Vaticano, Alexandr Avdéev, confirmó el 28 de noviembre la protesta formulada ante la Santa Sede por las declaraciones del papa Francisco sobre la supuesta «crueldad» de los militares budistas y musulmanes en la operación en Ucrania.
«Expresé mi indignación por esas insinuaciones y recalque que nadie puede debilitar la cohesión y la unidad del pueblo plurinacional ruso», dijo el jefe de la misión diplomática.
Según una revista jesuita estadounidense, el papa Francisco afirmó que los más crueles en el conflicto ucraniano eran los chechenos y los buriatos, dos pueblos rusos de confesión musulmana y budista, respectivamente.
Rusia inició el 24 de febrero una operación militar en Donetsk y Lugansk para «defender a los civiles que desde hace ocho año fueron víctimas del genocidio por parte del régimen ucraniano». Los dos territorios se independizaron de Ucrania en 2014 tras el golpe de Estado en ese país y se adhirieron a Rusia en septiembre pasado tras celebrar sendos referendos en los que la mayoría aplastante de las poblaciones de Donetsk y Lugansk avalaron esa opción.