El juez federal Emmet Sullivan dictaminó que las acciones contra Donald Trump en torno a las elecciones presidenciales de 2020 no están sujetas a una inmunidad absoluta, en referencia a la ley que establece que el presidente de EE.UU no pude ser imputado penalmente mientras ejerce el cargo siempre que actúe en el ámbito de sus funciones, reporta Bloomberg.
Grupos de derechos civiles demandaron a Trump por tratar de privar de derechos a los votantes. Los abogados del expresidente argumentaron que no pueden acusarlo con demandas civiles porque en ese momento Trump gozaba de la inmunidad que conlleva el cargo. No obstante, Sullivan dictaminó que el hecho por el que se acusa al exmandatario, la interrupción de la certificación del recuento de votos electorales, no sería parte de sus funciones oficiales.
Un conjunto de casos separados, aunque similares, está en la mesa del Tribunal Federal de Apelaciones de Washington D.C. Se trata de asuntos en los que Trump también argumenta que tenía inmunidad absoluta. La supervisión de estos casos está programada para la próxima semana.