Exportaciones récord de GNL de Rusia, muestra de la dependencia europea que sigue vigente

 

Mientras las entregas de gas a través de gasoductos de Rusia a países europeos se han ralentizado considerablemente, las importaciones de gas natural licuado (GNL) de este país alcanzaron un récord, planteó el periódico ‘Financial Times’. Subrayó que rechazar los suministros de combustible no resulta tan fácil para Occidente.
El medio destacó que las exportaciones de gas natural licuado ruso a los países europeos aumentaron más de un 40% entre enero y octubre de este año en comparación con 2021. Esto significa que, a pesar de todas las declaraciones de Bruselas, el viejo continente aún no puede desprenderse de los suministros de energía de Rusia.
Mientras el bloque amenaza con imponer restricciones para las compras de gas a través de gasoductos, sigue incrementando el abastecimiento de gas por vía marítima.
El gas natural licuado ruso ocupó el 16% de las importaciones marítimas europeas durante ese periodo. Aunque los 17.800 millones de metros cúbicos de gas licuado importado por la UE no se puede comparar con los 62.100 millones de metros cúbicos transportados por gasoductos en el mismo período de tiempo, aún muestra la dificultad del bloque europeo de rechazar por completo los suministros de Rusia.
Los expertos del Financial Times detallaron que la decisión por parte de Rusia de cortar estos suministros agravaría la situación en el mercado al contado, al que se verían obligados a recurrir los europeos y comprar allí el gas a un precio más caro. Asimismo, no se descarta que el gas natural licuado ruso pueda ser enviado a países como Bangladés y Pakistán, que sufren la abstinencia del recurso por no poder pagar el elevado precio.
La situación actual de los flujos de gas a través de gasoductos es complicada. En particular, el gasoducto Yamal, que atraviesa Polonia, dejó de funcionar en mayo. En el verano boreal surgió la disputa con Alemania por los suministros a través de Nord Stream 1, ya que a raíz de las sanciones no se podían llevar a cabo las reparaciones necesarias. Más tarde, a finales de septiembre, se produjeron las explosiones en los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2, lo que después fue reconocido por parte de los servicios de seguridad de Suecia como «sabotaje».
El único gasoducto que sigue funcionando atraviesa el terreno de Ucrania. Sin embargo, el bombeo de gas por esta tubería también ha disminuido casi un 80% en comparación con el mismo periodo del año pasado, indicó el artículo, citando los datos del centro de estudios Bruegel.
El año pasado, Europa importó 155.000 millones de metros cúbicos de gas ruso, incluido el GNL. Entre enero y octubre compró un récord de 111 millones de metros cúbicos de GNL en todo el mundo, lo que supone un aumento de casi el 70% respecto al año anterior.
En cuanto a las compras de Rusia, la mayor parte del GNL ruso procede de la empresa conjunta Yamal LNG, que es propiedad mayoritaria de la compañía rusa Novatek, con otras participaciones de la francesa Total, la china CNPC y un fondo estatal chino. Algo menos del 10% de las acciones de Novatek son propiedad de la empresa estatal rusa Gazprom.
Asimismo, trascendió que Rusia transporta gas natural licuado de su proyecto Portóvaya a Grecia, lo que es otra prueba de que Europa no rompe todas las relaciones energéticas con este país.