Ucrania corre el riesgo de perder el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) por los problemas que se avecinan en Occidente, advirtió el columnista de ‘The Guardian’ Simon Tisdall.
La ola de protestas contra las sanciones antirrusas en muchas ciudades europeas es una señal de alarma para los líderes europeos, ya que esto significa que en el viejo continente se espera una «enorme crisis humanitaria y migratoria» que supondrá un reto para todos los miembros de la UE, indicó el periodista.
«Y solo estamos en noviembre. El peor invierno para todos está aún por venir», advirtió.
Como señaló el observador, el ritmo de las entregas de armas y los préstamos a Ucrania ya está disminuyendo. Occidente está agotando sus reservas de armas, y el suministro de modelos más modernos está «limitado por problemas de producción». Asimismo, la falta de planes concretos para resolver la crisis afectó la opinión pública en Europa.
«En ausencia de negociaciones de paz o de cualquier mejora de la situación, el cansancio por el conflicto en Ucrania se convierte en apatía», destacó en el artículo.
En cuanto a la postura de EEUU, Tisdall concluyó que la ayuda a Kiev podría recortarse cuando los republicanos ocupen los escaños del Congreso en enero.
Desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, Occidente impuso sanciones contra Moscú, lo que provocó un aumento de los precios de la electricidad, el combustible y los alimentos en Europa y Estados Unidos.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, indicó que las restricciones dieron un duro golpe para toda la economía mundial, destacando que el principal objetivo de Estados Unidos y sus aliados es empeorar la vida de millones de personas.