Irán cuestiona a Alemania por haber enviado armas químicas a Irak durante la guerra que mató a miles iraníes, y ahora defender los DD.HH. de la nación persa.
El portavoz de la Cancillería iraní, Naser Kanani, ha concedido este lunes una rueda de prensa, en la que, portando una máscara química, ha puesto de relieve el doble rasero de Alemania, al recordar el papel que desempeñó Berlín en suministrar armar y materiales químicos durante la guerra impuesta de ocho años por el régimen de Irak a Irán, periodo conocido como la Sagrada Defensa (1980-1988).
En esta línea, ha aseverado que la máscara química era uno de los equipos que llevaban los combatientes a diversas zonas, incluso detrás de los frentes de la guerra.
“Esta máscara aterradora que he traído hoy conmigo a esta rueda de prensa da vida a mis recuerdos y también es una clave y un símbolo particular para el pueblo iraní, tanto para ciudadanos como para las fuerzas armadas, militares y miembros de la Fuerza de Resistencia Popular (Basich), así mismo, recuerda los ocho años de la guerra de Irán-Irak”, ha explicado Kanani.
El vocero persa ha hecho estas declaraciones después de que, el jueves, la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, presentara una declaración “engañosa” en una reunión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CSNU), sobre lo que ocurre en los últimos meses en Irán, sin mencionar la violencia y vandalismo perpetrados por los alborotadores.
La funcionaria germana acusó al Gobierno iraní de reprimir supuestamente las protestas violentas en curso en el país e hizo un llamamiento para que el organismo apruebe la creación de una “comisión de investigación” sobre las denuncias de las “violaciones de los DD.HH.” por parte de la República Islámica
Al final de la cita, el CDHNU aprobó una resolución crítica con Irán, presentada por Alemania e Islandia y apoyada por EE.UU. y algunos de sus aliados occidentales. La jefa de la delegación iraní presente en la reunión, Jadiye Karimi, a su vez, denunció que en los últimos dos meses los países occidentales y sus medios de comunicación “actuaron como incitadores de odio, violencia y terrorismo durante las revueltas violentas” e intentaron desestabilizar el país persa.
En otra parte de la rueda de prensa, Kanani se ha referido a las investigaciones de las Naciones Unidas (ONU), basándose en sus propias fuentes, y medios de comunicación occidentales, en particular alemanes como Der Spiegel a principio de la década 90, en las que confirman que Alemania suministró armas y materiales químicos al régimen iraquí de Sadam.
“El régimen de Sadam Husein no tenía reparos en utilizar armas prohibidas y no convencionales, incluso armas y bombas químicas”, ha acentuado el funcionario iraní.
De acuerdo con informes publicados, el 80 por ciento de la producción de gases químicos en Irak se realizó con la ayuda de empresas alemanas.
Durante los ocho años de guerra, muchas zonas de Irán fueron blancos de ataques químicos, como los municipios noroccidentales kurdos iraníes de Sardasht (29 de junio de 1987), localidad situada en el noroeste de Irán, que se cobró la vida de 113 civiles y dejó más de 5000 heridos. Esta masacre se considera uno de los peores ataques químicos perpetrados desde el fin de la Primera Guerra Mundial.
El 21 de julio de 1988, el régimen iraquí también realizó un bombardeo químico contra las aldeas de Sarpole Zahab, Zarde, Gilane Gharb, localidades situadas en la provincia de Kermanshah, y Oshnaviye, poblado ubicado en la provincia de Azarbaiyan Occidental, lo que causó la muerte por asfixia de unas 2650 personas y heridas a otros miles de aldeanos.