Los habitantes del Reino Unido redujeron su consumo de gas y electricidad en octubre cerca del 10%, a solo unas semanas de que inicie el invierno y en medio de la crisis energética que enfrenta Europa.
Empresas como E.ON, el segundo proveedor más grande del Reino Unido, informó que el consumo de energéticos se ha reducido «dos dígitos» en las últimas semanas, una tendencia que se espera podría aumentar conforme se acerque el invierno.
De acuerdo con Michael Lewis, director ejecutivo de E.ON, precisó que las reducciones van entre el 10% y el 15%, en contraste con los promedios que se reportaron semanas atrás.
«Es un fenómeno grande. Estamos analizando nuestra información y tratando de entender qué está pasando. Parece que las personas usan la calefacción por periodos más cortos o apagan el termostato en sus casas», declaró Lewis para The Guardian.
Andrew Lindsay, director ejecutivo de Telecom Plus, confirmó que el uso de gas bajó un 10% en los meses recientes y las expectativas es que el consumo siga a la baja «en la medida en que la gente se autoregule».
«Esperamos que la reducción continúe en el transcurso del invierno por la autoregulación de las personas, pero no se pueden autoregular a cero. Es finito y hay una enorme campaña del Gobierno para motivar a las personas a ser eficientes con la energía y eso definitivamente resultará en las personas siendo más prudentes, lo que es lo correcto», declaró Lindsay.
Ambos ejecutivos coincidieron que el clima templado de octubre y noviembre, inusual en esta época, dificulta hacer un análisis preciso.
Sin embargo, pese a la reducción, muchos británicos no ven una disminución en sus facturas, según varios reportes periodísticos. Ante esta situación, el secretario de comercio, Grant Shapps, se mostró «perturbado» por la información y afirmó que investigaría lo sucedido.
«Con otras tarifas en aumento para los hogares, es crítico que hagamos lo que podamos para ayudar», declaró en un comunicado de prensa.
En tanto, el Gobierno del Reino Unido planea lanzar una campaña de más de 25 millones de libras para pedirle a la población que reduzca aún más su consumo de gas y electricidad para Navidad. No obstante, la campaña no ha sido implementada, ya que algunas voces en el Partido Conservador —entre ellas la ex primera ministra Liz Truss— consideran que se trata de una acción paternalista.