“Guerra híbrida de enemigos contra Irán busca paralizar su avance”

 

 

El objetivo de los enemigos de librar una guerra híbrida contra Irán es profundizar la inseguridad en el país persa de manera paulatina y obstaculizar su progreso.

Por medio de un comunicado emitido el miércoles, un grupo de excancilleres y diplomáticos conocidos de la República Islámica ha condenado los recientes disturbios y acciones terroristas surgidos en el país, advirtiendo del plan detrás de la guerra híbrida diseñada contra Irán.

Los disturbios recientes son ejemplo de una guerra híbrida total que es planeada y dirigida por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU., con la cooperación del régimen sionista y algunos países europeos y regionales y grupos terroristas”, se lee en el documento.

Los politólogos han remarcado que falsificar o manipular las noticias y difundirlas ampliamente en los medios de comunicación y las redes sociales es una de las principales tácticas de los enemigos para influir en la opinión pública y materializar su objetivo, es decir, perjudicar la unidad nacional y trascender divisiones sectarias y étnicas.

Han agregado que en el campo de la política exterior, la máquina de propaganda del enemigo apoya a los alborotadores y terroristas al utilizar el tema de los derechos humanos como una palanca contra la República Islámica, mientras que ellos mismos se encuentran entre los más destacados violadores de los derechos humanos en el mundo.

El 13 de septiembre, un agente detuvo a Mahsa Amini, de 22 años, en Teherán, capital, y la invitó a participar en una entrevista explicativa sobre la vestimenta islámica en un centro policial. En este lugar, sufrió un infarto, por lo que fue trasladada inmediatamente a un hospital, donde falleció tres días después. Tras la repentina muerte de la joven, algunos se apresuraron a culpar a la policía y, bajo este argumento, se desataron protestas en varias ciudades del país para exigir a las autoridades una explicación por el deceso de la joven.

En tan solo dos días, las protestas se convirtieron en disturbios con sangrientos enfrentamientos, que incluso continúan hasta ahora en varias provincias.

Las autoridades iraníes avisan que la seguridad y protección de la vida y la propiedad de los ciudadanos es su línea roja, prometiendo actuar con firmeza ante los que tratan socavar la paz nacional.

 

 

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