La recesión ha afectado a un número récord de sectores en la industria británica, según muestra un informe de Lloyds Bank.
La producción económica en el Reino Unido ha caído a su nivel más bajo desde que los bloqueos a nivel nacional cerraron partes de la economía durante la pandemia de Covid-19, según revelan los datos de Lloyds Bank.
En octubre, áreas clave de la economía británica monitoreadas por el Sector Tracker del Reino Unido vieron una caída en picada de la producción debido a la reducción de la demanda de bienes y servicios. Doce de los 14 sectores en manufactura, servicios y construcción experimentaron una caída en la producción el mes pasado, frente a nueve sectores en septiembre.
La cantidad de industrias que registraron una disminución en los nuevos pedidos fue la más alta desde el primer cierre en mayo de 2020, según muestran los datos.
El sector químico tuvo el desempeño más débil, con un índice de 29,5, donde una lectura de seguimiento por encima de 50,0 indica expansión. Le siguieron los metales y la minería con 31,1, mientras que los productos para el hogar se ubicaron en 38,4.
Desde julio, más de la mitad de los sectores del Reino Unido monitoreados por Lloyds Bank han informado consistentemente de caídas en la producción y la demanda, lo que indica que las condiciones económicas han empeorado en los últimos meses.
“Las indicaciones de nuestro informe sugieren que la economía del Reino Unido ya puede estar en recesión. Dado que es poco probable que nuestros desafíos internos y los vientos en contra globales retrocedan materialmente en el corto plazo, la pregunta clave gira en torno a cuánto tiempo puede durar esta recesión”, dijo Jeavon Lolay, jefe de economía y conocimiento del mercado de Lloyds Bank.
Los productos químicos, los metales y la minería, los productos para el hogar y los bancos también experimentaron una caída en los niveles de personal en octubre, el número más alto desde febrero de 2021.
Los analistas dicen que la inflación vertiginosa estuvo detrás de la caída, lo que obligó a las empresas y los consumidores a reducir el gasto y la inversión para hacer frente al aumento de los costos.