El Dr. Hans Henri Kluge, director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, ha alertado de que millones de ucranianos podrían migrar este invierno, según lo declaró durante una rueda de prensa celebrada este lunes en Kiev.
El funcionario indicó que, debido a las consecuencias de la actual situación en el país eslavo, diez millones de personas se encuentran sin electricidad, mientras que cientos de miles de edificios —incluyendo casas particulares, escuelas y hospitales— no disponen de suministro de gas.
Asimismo, detalló que los pronósticos meteorológicos apuntan que en algunas partes de la nación las temperaturas descenderán hasta los 20 grados centígrados bajo cero, por lo que «este invierno se tratará de superviviencia».
«Esperamos que entre dos y tres millones de personas más abandonen sus hogares en busca de calor y seguridad», afirmó Kluge. «Enfrentarán desafíos de salud únicos, incluidas infecciones respiratorias como el covid-19, neumonía e influenza, y el grave riesgo de difteria y sarampión en poblaciones insuficientemente vacunadas», añadió.
Salud mental
Por otro lado, el doctor detalló que el conflicto está pasando factura a la salud mental de la población, ya que unos diez millones de personas corren el riesgo de sufrir trastornos mentales como estrés agudo, ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático.
«Estamos ayudando al sistema de salud de Ucrania a prepararse para el invierno», continuó. «Esto incluye las reparaciones de emergencia de las instalaciones de salud y la infraestructura de calefacción, así como el mantenimiento de la energía», concluyó.
Según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), desde el inicio del operativo ruso un total de 4.697.154 de ucranianos han sido registrados en distintos esquemas de protección temporal, mediante los cuales se les otorgan residencia, educación y derecho al trabajo. De ellos, 1.489.155 se encuentran en Polonia, 99.843 en Eslovaquia, 80.838 en Rumania y 31.290 en Hungría.