Rusia investigará por su cuenta a los asesinos de los prisioneros de guerra rusos, que deben ser encontrados y castigados, declaró a la prensa el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
«Sin duda, la propia Rusia buscará a los que cometieron este crimen. Hay que encontrarlos y castigarlos», dijo.
Asimismo, Rusia está dispuesta a que se lleve a cabo una investigación internacional sobre el asesinato de los prisioneros rusos si hay esperanza de que sea eficaz, si no, no tiene sentido, dijo a los periodistas el portavoz.
«Rusia hará todo lo posible en el marco de los mecanismos internacionales para llamar la atención sobre este crimen y llamar al orden y a la ley a quienes puedan estar implicados en él», dijo Peskov.
También dijo que Rusia recurriría a organizaciones extranjeras a internacionales para investigar el crimen a nivel internacional si había «algún indicio de eficacia y esperanza de eficacia» de esas organizaciones.
Además, el portavoz reiteró que el cambio de poder en Ucrania no es uno de los objetivos de la operación especial rusa en Ucrania, subrayando que ya lo había expresado el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
«Rusia busca alcanzar sus objetivos de una operación militar especial. Estos objetivos pueden lograrse de diferentes maneras y en diferentes formatos», dijo.
Anteriormente, el Ministerio de Defensa ruso dijo que los militares ucranianos habían matado deliberadamente a más de 10 militares rusos capturados con disparos en la cabeza.
Los ataques a la planta nuclear de Zaporozhie
El Kremlin exhortó a la comunidad internacional a presionar sobre Ucrania para que sus tropas cesen los bombardeos sobre las inmediaciones y el propio territorio de la central nuclear de Zaporozhie.
El Ministerio de Defensa de Rusia denunció el 20 de noviembre que los militares ucranianos dispararon más de 20 proyectiles de artillería de gran calibre contra el territorio de la planta nuclear de Zaporozhie el sábado y el domingo.
El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, calificó de «extremadamente preocupante» las noticias de estallidos en el recinto de la central, e instó a ambas partes en conflicto a acordar e implementar lo antes posible una zona de protección en torno a la central.
El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, pidió en esta relación ser «imparciales» y «constructivos» dejando constancia de «reiterados bombardeos» en la planta de Zaporozhie, y agregar siempre «por parte de las tropas ucranianas».
«Exhortamos a todos los países del mundo a usar su influencia para que las tropas ucranianas dejen de hacerlo», dijo el representante del Kremlin.
La central nuclear de Zaporozhie, la mayor de Europa, se encuentra en la ciudad de Energodar, a orillas del embalse Kajovka, en una zona controlada desde marzo pasado por las tropas rusas.
Moscú alega que su presencia militar en la planta persigue evitar fugas de materiales nucleares y radiactivos. Los seis reactores de la planta están apagados, para minimizar el riesgo de su exposición al conflicto armado en curso.