El ente militar libanés informó en las últimas horas de la infracción de un buque de guerra israelí en las aguas territoriales frente a Ras al-Naqoura, a una distancia de unos 370 metros y durante 83 minutos.
A través de un comunicado, la institución registró otras dos violaciones navales por parte de embarcaciones de Tel Aviv y la entrada al espacio aéreo libanés de un avión de reconocimiento desde la ciudad de Damour, en la costa sur del mar Mediterráneo.
La aeronave realizó un vuelo circular sobre las zonas de la capital Beirut y sus suburbios, Baabda y Aley hasta abandonar una hora después el cielo libanés.
Según el Ejército, el tema de la violación diaria y repetida a la soberanía nacional por tierra, mar y aire es de seguimiento permanente en coordinación con la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en la nación (Unifil, por sus siglas en inglés), establecidas en la frontera sur desde 1978 para mantener la estabilidad.
La semana anterior durante una reunión tripartita en la sede de la Unifil, Líbano exigió a las Naciones Unidas ejercer la máxima presión sobre Israel para frenar sus prácticas hostiles y retirarse de todos los territorios libaneses ocupados.
Esos son las granjas de Shebaa y las colinas de Kfar Shuba, la parte norte ocupada de la zona de Ghajar y las 13 áreas, donde el país reserva la Línea Azul.
En este contexto, el Comandante de la Fuerza de la Unifil, Aroldo Lázaro, insto a prevenir cualquier actividad que pueda poner en peligro el cese de las hostilidades y a tomar medidas para prevenir de manera proactiva las violaciones y el comportamiento provocativo.
A inicios de mes, la Dirección de Orientación del Ejército informó que cuatro aviones israelíes entraron al territorio nacional desde la ciudad sureña de Kfar Kila hasta el norte de Hamat, para salir al mar por el oeste de Beirut después de casi una hora de vuelos circulares.
Los dos países están en situación de guerra desde el establecimiento del Estado de Israel en la tierra ocupada de Palestina y a lo largo de estos años muchos crímenes y ataques perduran en la memoria del pueblo de Líbano ante las ambiciones de Tel Aviv por apoderarse del agua del río Litani y la riqueza petrolera y gasífera.