Siria denuncia muerte de militares por bombardeos turcos

 

 

Damasco, 20 nov — El Ministerio de Defensa de Siria denunció que varios de sus militares perdieron la vida por los bombardeos turcos realizados hoy contra zonas fronterizas en el norte de esta nación levantina.

La fuente dio a conocer esta información mediante una nota de prensa difundida por los medios oficiales sin precisar la cifra exacta de las bajas, pero añadió que fueron en las provincias de Alepo y Hasakeh, en el norte y nordeste de país.

Los cazas turcos lanzaron en horas de la madrugada de este domingo masivas incursiones contra blancos de las llamadas Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), en las gobernaciones de Alepo, Raqa y Hasakeh.

Según informaron activistas citados por el diario al-Watan, las posiciones de las FDS en las localidades de Meneg, Ain Daknah, Kobani, Tal Rifat y Maranaz en el norte de Alepo fueron atacadas con misiles, al igual que las instalaciones de los silos Al-Salem en la ciudad de Ain Isaa, en el norte de Raqa.

Agregaron que las acciones de Ankara apuntaron además contra cuarteles y posiciones de las FDS en el monte Kratshok, en el municipio de Malkieh, y la localidad de Taher al-Arab, en el área de Derbasieh, en el noroeste de Hasakeh.

En su comentario sobre los bombardeos, el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, calificó de un gran acierto la operación aérea que denominó Garra-Espada.

El objetivo de Turquía es garantizar la seguridad de sus 85 millones de ciudadanos, proteger las fronteras nacionales y tomar represalias por cualquier ataque traicionero, reafirmó el titular.

Turquía prometió vengarse por el atentado de Estambul ocurrido el 13 de noviembre, en el que murieron seis personas y 81 resultaron heridas. Según el ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, la orden de perpetrar esa acción provino de la ciudad de Kobane, un bastión de las fuerzas kurdas en el norte de Siria.

Ankara califica de terroristas las llamadas Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), milicia separatista de mayoría kurda aliada de Estados Unidos, en el nordeste de Siria.

Bajo el pretexto de eliminar a esta agrupación, los militares turcos y agrupaciones armadas ilegales controlan desde 2018 extensas áreas en las provincias de Idlib, Alepo, Raqa y Hasakeh.

En varias ocasiones Damasco denunció esa presencia y la calificó de ocupación, y aseguró que los continuos ataques de Turquía pretenden un cambio demográfico mediante el desplazamiento de civiles.

 

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