El gravamen será del 40% del exceso de ganancias además de los impuestos regulares.
El gobierno austriaco planea introducir un nuevo impuesto sobre las ganancias extraordinarias para las empresas de energía, anunciaron el vicecanciller Werner Kogler y el ministro de Finanzas Magnus Brunner en una conferencia de prensa el viernes.
El gravamen ascenderá al 40% del exceso de ganancias de las empresas de petróleo y gas, según el anuncio.
Como explicó Kogler, el gobierno tomará la ganancia promedio de una empresa entre 2018 y 2021 como base para el impuesto. Si la ganancia actual es más del 20% por encima de este promedio, el 40% se desnatará como un impuesto sobre las ganancias extraordinarias. Sin embargo, dado que se seguirá pagando el impuesto corporativo sobre estas ganancias, las empresas terminarán renunciando a un total de 65% de estas ganancias, agregó Kogler.
Señaló también que si una empresa puede demostrar que está invirtiendo en energías renovables, el gravamen baja del 40% al 33%.
Además del nuevo impuesto a las ganancias extraordinarias de las empresas de petróleo y gas, los proveedores de energía también verán gravados los beneficios excesivos. Las empresas de servicios públicos estarán sujetas a una tasa impositiva del 90% sobre cualquier beneficio que supere los 180 euros por megavatio-hora, explicó Kogler.
Ambos gravámenes estarán vigentes hasta fines de 2023. El impuesto a las empresas de petróleo y gas se aplicará retroactivamente, a partir del 1 de julio, mientras que el impuesto a los proveedores de energía entrará en vigencia el 1 de diciembre de 2022.