Los delegados de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) expresaron su «ira» por el fracaso de impulsar mayores ambiciones de reducción de emisiones, ya que en su acuerdo solo reafirmaba el objetivo de mantener el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
La agenda que fue una demanda clave de varios países, ya que los científicos han advertido durante décadas que el calentamiento debe limitarse a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales, en medio del aumento de la temperatura media mundial que ya ha alcanzado los 1,1 grados.
Se vio a los negociadores en la conferencia con creciente frustración y reacciones mixtas por la forma en que la presidencia egipcia estaba presidiendo las conversaciones, mientras luchaban por llegar a un acuerdo práctico.
Los funcionarios de la UE que expresaron su decepción amenazaron con retirarse de la conferencia si no obtenía mejores compromisos sobre las emisiones.
«La Unión Europea vino aquí para acordar un lenguaje fuerte y estamos decepcionados de no haberlo logrado», dijo el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, en la sesión de clausura de la cumbre en el balneario de Sharm el-Sheikh en el Mar Rojo.
“No queremos que 1,5 Celsius muera aquí y hoy. Eso para nosotros es completamente inaceptable”
«¿Nos alejamos y, por lo tanto, matamos un fondo por el que los países vulnerables lucharon tan duro durante décadas?… No. Eso habría sido un gran error y una gran oportunidad perdida para abordar el cambio climático», agregó.
Pero más tarde fue citado como, «preferimos no tener una decisión que una mala decisión».
“La influencia de la industria de los combustibles fósiles se encontró en todos los ámbitos”, dijo Laurence Tubiana, director ejecutivo de la Fundación Europea del Clima, en un comunicado. “La presidencia egipcia ha elaborado un texto que protege claramente a los petroestados del petróleo y el gas y a las industrias de combustibles fósiles. Esta tendencia no puede continuar en los Emiratos Árabes Unidos el próximo año”.
Fracaso de la COP27 contra el calentamiento global.
El jefe de la ONU, Antonio Guterres, reaccionó diciendo que las conversaciones climáticas de la COP27 se habían quedado cortas a la hora de impulsar la urgente reducción «drástica» de carbono necesaria para abordar el calentamiento global.
“Nuestro planeta todavía está en la sala de emergencias. Necesitamos reducir drásticamente las emisiones ahora y este es un problema que esta COP no abordó”.
La ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dijo que la responsabilidad «ahora está en manos de la presidencia de la COP egipcia».
Sameh Shoukry, presidente de la COP27, fue citado diciendo que “el tema ahora depende de la voluntad de las partes. El texto [borrador] mantiene vivo el 1.5”.
“La influencia de la industria de los combustibles fósiles se encontró en todos los ámbitos”, dijo Laurence Tubiana, director ejecutivo de la Fundación Europea del Clima, en un comunicado. “La presidencia egipcia ha elaborado un texto que protege claramente a los petroestados del petróleo y el gas y a las industrias de combustibles fósiles. Esta tendencia no puede continuar en los Emiratos Árabes Unidos el próximo año”.
La ministra de Medio Ambiente de Maldivas, Aminath Shauna, al referirse al aumento del nivel del mar debido al calentamiento global, dijo que quiere «seguir viviendo en las Maldivas» y también quiere que su hija de dos años «también crezca en las Maldivas».
Sin embargo, la cumbre climática también satisfizo a los delegados en cuanto a la creación exitosa de un fondo de «pérdidas y daños» para ayudar a los países vulnerables a enfrentar los impactos destructivos del calentamiento global.
Actualmente, aproximadamente el 84 por ciento de las necesidades energéticas del mundo se satisfacen con el uso de combustibles fósiles, especialmente petróleo.
En 2021, el mundo consumió casi 490 exajulios de combustibles fósiles, lo que equivale a una cifra insondable de proporciones épicas.
Estados Unidos y China encabezan el consumo de combustibles fósiles, según datos, un estadounidense promedio consume al menos 23 barriles de petróleo cada año.
Con miles de millones de dólares invertidos cada año en establecer guerras, fortalecer las tecnologías militares y armamentísticas de las naciones desarrolladas, todavía no han encontrado una solución concreta para terminar con la dependencia total de los combustibles fósiles.