WASHINGTON — Estados Unidos condenó a Corea del Norte por desestabilizar la seguridad regional con otra prueba de un misil balístico, esta vez de largo alcance.
«Estados Unidos condena enérgicamente a la República Popular Democrática de Corea [RPDC] por su prueba de un misil balístico de largo alcance», declaró la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson.
En una declaración difundida por la Casa Blanca, Watson dijo que el presidente Joe Biden fue informado del asunto y que su equipo de seguridad nacional continuará estrechas consultas con aliados y socios de EEUU en la región.
«Este lanzamiento es una burda violación de numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, aumenta de forma innecesaria las tensiones e implica el riesgo de desestabilizar la situación de seguridad en la región (…) Instamos a todos los países a condenar estas violaciones y llamamos a la RPDC a sentarse a la mesa para negociaciones serias», señaló Watson.
Según la portavoz, todavía existen oportunidades para la diplomacia, siempre y cuando Pyongyang cese de inmediato sus «acciones desestabilizadoras». Estados Unidos tomará todas las medidas necesarias, advirtió Watson, para garantizar la seguridad propia, así como la de sus aliados: Corea del Sur y Japón.
Por su parte, el mandatario surcoreano, Yoon Suk-yeol, dio instrucciones al Consejo de Seguridad Nacional este viernes para reforzar las medidas de contención y las sanciones en relación con Corea del Norte en respuesta a sus continuas pruebas de misiles balísticos.
«El presidente Yoon ordenó reforzar la postura de defensa conjunta de Corea del Sur y EEUU, implementar activamente las medidas para potenciar la ejecución de una mayor disuasión frente a Corea del Norte, acordada entre Corea del Sur y EEUU, y fortalecer la cooperación de seguridad entre Corea del Sur, EEUU y Japón», comunicó la oficina presidencial.
Además, Yoon pidió elaborar, en cooperación con EEUU y la comunidad internacional, «medidas de condena enérgica y sanciones contra el Norte».
Previamente se informó que Seúl estudia aplicar otra batería de sanciones contra Pyongyang. A mediados de octubre pasado, Corea del Sur impuso medidas restrictivas a 16 entidades y 15 individuos del Norte relacionados con el programa de misiles y el suministro de material para armas de destrucción masiva. Aquella ronda de sanciones unilaterales fue la primera en cinco años.
Poco antes, Corea del Norte realizó un nuevo ensayo de misiles balísticos. Un proyectil de largo alcance, disparado a las 10:15 hora local (01:15 GMT) desde el distrito de Sunan, se elevó a una altitud de 6.000 kilómetros y, siguiendo una trayectoria parabólica, voló unos 1.000 kilómetros hasta que cayó en la zona económica exclusiva de Japón al oeste de la isla de Hokkaido, según las primeras estimaciones.
El ministro de Defensa nipón, Yasukazu Hamada, supuso que fue un misil balístico intercontinental (ICBM) cuyo alcance, calculado en función de la trayectoria de vuelo y dependiendo de otros factores como el peso de la ojiva, podría en principio superar los 15.000 kilómetros, lo suficiente para aterrizar en la parte continental de Estados Unidos.
En lo que va de este año, Corea del Norte realizó más de 30 lanzamientos de misiles alegando que son una repuesta a las «provocaciones» de Corea del Sur que realiza ejercicios militares, tanto de forma independiente como conjuntamente con Estados Unidos y Japón.