El presidente de la República Popular China, Xi Jinping, lleva 10 años en el poder. Durante el reciente XX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh), anunció que el pueblo de su país emprende un nuevo camino de construcción integral de un Estado socialista moderno y que buscará el gran renacimiento de su nación.
El sueño chino
En 2012, Xi Jinping, que en ese momento aún no había sido investido como presidente de China, articuló el concepto del Sueño Chino, que tiene como objetivo el gran resurgimiento de su nación, estableciendo un Estado socialista moderno, rico y poderoso, democrático y civilizado. Aunque no fue el primero en hablar de la necesidad de crear una China renovada como oposición a la vieja China, fue el mandatario actual quien hizo hincapié en la necesidad de deshacerse por fin del legado del siglo de humillación por parte de las potencias extranjeras, cuando el país fue convertido de hecho en una semicolonia por las poderosas potencias occidentales.
En la última década, bajo el mando de Xi Jinping, China ha conseguido victorias históricas:
- La economía duplicó su tamaño, superando los 114 billones de yuanes (16 billones de dólares).
- La erradicación de la pobreza absoluta.
- La renta per cápita también se duplicó, alcanzando los 11.890 dólares en 2021.
Sin embargo, el crecimiento de China se ralentiza debido a la política de tolerancia cero COVID-19, con frecuentes cierres y otras restricciones que dificultan la actividad empresarial y provocan interrupciones en la cadena de suministro. China enfrentó a su peor crisis del mercado inmobiliario en décadas con una caída del mercado de más de un año tras la quiebra de Evergrande, su mayor promotor. Mientras tanto, el sector inmobiliario representó hasta el 40% del crecimiento del PIB del país.
Lucha contra las ‘moscas’ y los ‘tigres’
Al tomar el mando hace 10 años, Xi Jinping lanzó una campaña masiva para luchar contra la corrupción en las filas del partido. El presidente chino teme que el país repita el destino de la Unión Soviética. Señaló que se desintegró en gran medida por la decadencia moral de la nomenclatura del partido soviético y su alejamiento de los ideales revolucionarios.
La lucha contra los tigres y las moscas es una metáfora que se usa en el ámbito de la lucha contra la corrupción en China. A los funcionarios superiores se los denomina como Tigres, especialmente a aquellos de más alto nivel, que ignoran la ley y rompen la disciplina. Mientras que Moscas, es un nombre figurado que se usa para los miembros de base del partido.
En la última década, fueron presentado más de 5 millones de casos anticorrupción contra funcionarios chinos. Entre los mayores Tigres atrapados en la red de la campaña inflexible están Zhou Yongkang, antiguo miembro del Comité Permanente del Buró Político y Xu Caihou,exvicepresidente de la Comisión Militar Central vicepresidente del Consejo Militar Central (el segundo hombre del Ejército). Así, al acercarse a su tercer mandato en el poder, Xi Jinping limpió a fondo la dirección del partido, construyendo una rígida vertical de poder de funcionarios leales a los ideales del partido.
Al hacerlo, el XX Congreso del RPCh introdujo dos actitudes en la Carta del Partido: la condición del mandatario del Estado como núcleo de todo el partido, y el establecimiento de las ideas del secretario general de la RPCh sobre el socialismo con características chinas en la nueva era como principios rectores del partido y de la gobernanza del Estado.
Un Ejército fuerte con un líder fuerte
Xi Jinping no solo reforzó el país desde adentro, sino que también avanzó gradualmente hacia una política exterior más asertiva. Además, hay un alejamiento del concepto de Deng Xiaoping de esconder tus capacidades, permanecer en la sombra. Según la convicción del líder chino, el objetivo principal de revitalizar su nación es imposible sin fortalecer la posición del país en la escena internacional.
China comenzó a promover sus propias iniciativas comerciales y de infraestructuras, como la Iniciativa de la Franja y la Ruta, así como construcciones ideológicas, como la Comunidad de un destino para la humanidad (sobre un orden mundial más justo desde el punto de vista chino) y la iniciativa de Seguridad Global. La promoción de los estándares tecnológicos del país hacia el exterior se ha convertido en una dirección importante. En la actualidad, los representantes del Estado ocupan puestos de liderazgo en las mayores organizaciones de normalización del mundo.
Es imposible hacer realidad las ambiciones de la política exterior sin un Ejército fuerte. Xi Jinping, como comandante supremo, sigue reformándolo con el objetivo de que para 2027 se convierta en el primer Ejército del mundo. El presupuesto de Defensa de China se duplicó con creces entre 2012 y 2021, hasta alcanzar los 1,35 billones de yuanes (208.000 millones de dólares). Aunque sigue siendo menos de un tercio de la de EEUU, es la mayor de la región Asia-Pacífico.
Taiwán
Todos los líderes chinos desde Mao Zedong han subrayado la importancia de la reunificación de Pekín con Taipéi. Sin embargo, fue Xi Jinping quien dejó claro que el renacimiento de su nación no puede lograrse sin la reunificación con Taiwán, y que la cuestión no debe dejarse en manos de las generaciones posteriores. Las tensiones en el estrecho de Taiwán han aumentado recientemente. Pekín ha reprendido a EEUU por provocar y cultivar los sentimientos separatistas en la isla. China indicó en repetidas ocasiones que hará todo lo posible por resolver la cuestión de Taiwán de forma pacífica, pero no se puede descartar un escenario de reunificación por la fuerza en caso de que fuerzas externas interfieran en el proceso.