Los manifestantes salen a las calles de la ciudad de Praga, capital de la República Checa, para expresar su rechazo a la subida de los precios de la energía y el envío de armas a Ucrania. La protesta se produce en el aniversario del inicio de la Revolución de Terciopelo en 1989.
La Revolución de Terciopelo, en la entonces Checoslovaquia, marcó el fin del Gobierno de un solo partido, lo que llevó a las elecciones del año siguiente.
En septiembre, Praga ya fue el epicentro de protestas contra la política actual del país. Los manifestantes instaron al Gobierno de coalición de Petr Fiala a limitar el aumento de los precios o retirarse. Se estima que participaron más de 70.000 personas.
La Unión Europea (UE) vive una crisis energética provocada por las sanciones antirrusas. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, informó que el bloque ya invirtió más dinero en energía que lo que antes pagaba por un año entero.