Excluir a Rusia del G20 a toda costa. Es lo que viene intentando la facción del Occidente colectivo de este club, que ya ha puesto sobre la mesa el propio Joe Biden y que China ha rechazado. En este sentido, el analista internacional Pablo Jofré Leal señala que «China siente que los ataques a Rusia, son también ataques contra China».
El Occidente colectivo se desmorona
Lo que en espíritu es un foro netamente económico, en los últimos tiempos los países occidentales lo han venido utilizando como arma geopolítica arrojadiza contra países que ponen en cuestión la supremacía occidental: léase básicamente Rusia y China.
Y es que basta con que nos remitamos a la página web oficial del G20 en su apartado ‘Acerca de’, para constatar cuál es el espíritu original de esta formación: «El G20 es una plataforma multilateral estratégica que conecta a las principales economías desarrolladas y emergentes del mundo. El G20 tiene un papel estratégico para asegurar el futuro crecimiento económico y la prosperidad mundial».
Pero el G20 está sufriendo lo que varios foros económicos en los últimos tiempos: está siendo politizado por los países occidentales, quienes utilizan esta plataforma en última instancia como instrumento político para arrojarlo contra los socios incómodos. Y es lo que están tratando de hacer con Rusia: cancelarla de este club.
Pero Rusia no está aislada, y así lo ha demostrado el país cuya economía será la primera del mundo en poco tiempo: China. Así, sal reunirse con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, expresó: «China apoya el rol digno de Rusia en el G20 y en otras plataformas internacionales, y consideramos que nadie tiene derecho a impedir que Rusia participe en los foros multilaterales».
El analista internacional Pablo Jofré Leal, incide en que este intento de expulsar a Rusia del G20 y de otras plataformas, no se puede entender si no hacemos una mera mirada al punto de vista geopolítico. «Bien sabemos que los dos grandes rivales de EEUU, los grandes ‘enemigos’ desde el punto de vista político, militar –y mucho más China en el plano económico–, son precisamente la Federación de Rusia y China».
De acuerdo al analista, «la guerra de Ucrania se entiende en función de poder contender, cercar, presionar a la Federación de Rusia, al mismo tiempo de entretener y mantener a los países europeos enfrascados en una especie de defensa a ultranza de Ucrania, y con ello la política norteamericana, y por otro lado enfrentar a China en el plano de esa alianza que se tiene con Nueva Zelanda, Australia, Taiwán, con Corea del Sur y otros países, para contender contra China en un plano mucho más relacionado con lo económico».
«Por tanto, China siente que los ataques a Rusia, son también ataques contra China», concluye Pablo Jofré Leal.