En ocasiones, los delincuentes se aprovechaban del parecido en la apariencia de los verdaderos titulares de documentos robados con los migrantes para engañar a las autoridades de control fronterizo.
Recientemente, los agentes frustraron el traslado inminente de 33 personas que vivían hacinados en varios «pisos patera» de Madrid «en condiciones de hacinamiento e insalubridad». Allí, los migrantes generalmente esperaban su salida a México, para luego cruzar la frontera con EE.UU.
Según detalla la nota de la Policía española, la investigación, que se ha desarrollado a lo largo de diez meses, se inició tras detectarse en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas un «incremento sustancial» de ciudadanos de la región del Indostán que tenían por destino México y que portaban documentación falsificada.
A lo largo de ese tiempo, los agentes detuvieron a 159 personas en el aeropuerto madrileño por el delito de falsedad documental e incautaron 168 documentos falsos. Durante el operativo final desarrollado en Madrid, se registraron cinco domicilios e inspeccionaron dos establecimientos en los que se arrestó a 16 personas más.
La organización desmantelada cooperaba con otras células criminales afincadas en Turquía y Grecia.