Irán condena un encuentro entre Macron y varias figuras antiraníes en París y avisa que la cita constituye el apoyo de Francia a la violencia y terrorismo en Irán.
El presidente francés, Emmanuel Macron, se reunió el viernes en el Palacio de Elíseo con una delegación de mujeres, encabezada por Masih Alineyad, muy conocida por sus discursos de odio contra la República Islámica y sus continuos llamamientos a la violencia y el terrorismo en Irán, sobre todo durante los disturbios en curso en el país.
En la cita, Macron elogió las protestas violentas acaecidas en Irán —tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini el pasado 16 de septiembre—, y apoyadas desde el exterior. “Quiero enfatizar nuestro respeto y nuestra admiración en el contexto de la revolución que están liderando [las mujeres en Irán]”, agregó el jefe de Estado galo.
Ese encuentro ha sido condenado por Teherán, que, además denuncia el enfoque altamente selectivo de Europa en materia de los derechos humanos. “Tales acciones antiraníes, sin duda alguna, quedarán grabadas en la memoria del gran pueblo de Irán, que es muy consciente de los enfoques selectivos y contrarios a los derechos humanos de algunos líderes europeos”, ha dicho este domingo el portavoz de la Cancillería iraní, Naser kanani.
El diplomático persa ha tachado de “lamentable y vergonzoso” el apoyo brindado por Macron a lo que éste llamó la “revolución” en Irán. “Resulta sorprendente que el presidente de un país que se autoproclama defensor de la libertad, al rebajar su nivel, se entreviste con una persona odiada y títere que, en los últimos meses, claramente ha intentado incitar al odio y a los actos terroristas en la República Islámica, y contra las sedes diplomáticas iraníes y sus empleados en el exterior”, ha denunciado.
Kanani ha aseverado que esa cita viola de manera flagrante los compromisos internacionales que Francia ha suscrito para combatir el terrorismo y actos de violencia, y muestra el apoyo de París a los disturbios en Irán.
Las autoridades iraníes han fustigado las injerencias de Estados Unidos y sus aliados occidentales como Europa en los asuntos internos de Irán, y denuncian que el objetivo de Occidente es perturbar la seguridad y la estabilidad del país persa. Sin embargo, Teherán asegura que actuará con firmeza ante los que atentan contra la seguridad y la paz.