Eisenkot, elegido diputado en las recientes elecciones, fue el último de una larga lista de exmilitares y políticos que alertaron sobre esa posibilidad ante el temor de un mayor radicalismo.
Sionismo Religioso conquistó 14 escaños en los comicios y formará Gobierno en la coalición más derechista en la historia de Israel, que encabezará Benjamin Netanyahu, quien dirigió al país 15 años como primer ministro, 12 de ellos de forma ininterrumpida.
El líder de esa agrupación, el legislador Bezalel Smotrich, reclamó la cartera de Defensa mientras su colega Itamar Ben Gvir quiere Seguridad Interior.
Ambos son conocidos por sus posturas racistas, extremistas y antiárabes, que incluso provocaron preocupación en la administración de Estados Unidos, un estrecho aliado de Israel.
Varios países árabes con relaciones diplomáticos con Tel Aviv también alertaron sobre las consecuencias de incluir en el gabinete a Smotrich y a Ben Gvir, al igual que varios medios de prensa nacionales.
En un país donde el servicio militar es obligatorio, Ben Gvir nunca fue llamado a las filas debido a sus ideas de extrema derecha, mientras Smotrich estuvo muy poco tiempo.
Al respecto, Eisenkot criticó los planes de Ben Gvir de flexibilizar los procedimientos para disparar de los soldados israelíes en los territorios ocupados.
El expresidente israelí Reuven Rivlin expresó ayer su temor por el futuro del país tras el triunfo ultraderechista.
La victoria de la derecha constituye un grave peligro para el futuro de nuestra nación, afirmó Rivlin, un acérrimo opositor al regreso al poder de Netanyahu, quien tiene tres casos abiertos ante la justicia por soborno, fraude y abuso de confianza.
Rivlin alertó sobre las repercusiones en la sociedad israelí y las crecientes oportunidades de cismas y rupturas internas.