El Gobierno de Irán ha aconsejado a sus ciudadanos que eviten viajar a Australia debido a los altos riesgos de detenciones arbitrarias.
Por medio de un comunicado emitido el miércoles, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Islámica de Irán pidió a los ciudadanos iraníes, especialmente a estudiantes, investigadores y profesores universitarios, que reconsideren los viajes innecesarios a Australia.
La nota advierte sobre la “posibilidad de arrestos arbitrarios” de ciudadanos iraníes en el territorio australiano y su “extradición a gobiernos hostiles sin ningún motivo”.
Además, alerta de las “actividades de grupos extremistas y racistas” en el referido país y el aumento de la probabilidad de amenazas, insultos racistas y agresiones “en cualquier lugar y momento”.
La Cancillería de Irán explicó que, si algún ciudadano es detenido en el país oceánico, deben informar el caso a la embajada iraní en Australia “lo antes posible” y “solicitar acceso consular”.
“De lo contrario, bajo el pretexto de la ley de privacidad, la Policía y el sistema judicial australianos evitarán informar a la embajada iraní”, adujo.
En particular, se refirió al “comportamiento ilegal e inhumano” de las autoridades australianas en las cárceles del país, que han registrado “lesiones de larga duración” e incluso “muerte de presos”.
Australia se encuentra entre los países que han respaldado disturbios violentos en Irán en los últimos meses desde la muerte de la joven iraní Mahsa Amini a mediados de septiembre.
Muchos funcionarios australianos han emitido declaraciones intervencionistas, instigando a los alborotadores y avivando las llamas de la violencia callejera en Irán.
La semana pasada, Australia se unió a Canadá y Nueva Zelanda para emitir una declaración conjunta para la llamada reunión informal de fórmula Arria del Consejo de Seguridad de la ONU sobre los disturbios en Irán.
El Ministerio de Exteriores de Irán, en una declaración separada, denunció el miércoles que los fundadores de dicha reunión, es decir, EE.UU. y Albania, son los principales partidarios del grupo terrorista antiraní Muyahidín Jalq (MKO, por sus siglas en inglés).