Una mujer estadounidense fue detenida en Arabia Saudí, tras publicar un tuit denunciando que ella y su hija carecen de sus DD.HH. básicos en el reino árabe.
Carly Morris, de 34 años, en un comunicado en su cuenta de Twitter, asegura que ella y su hija han sido privadas de los derechos humanos básicos durante su estancia en Arabia Saudí. “Hemos pasado los últimos tres años en estas condiciones y privadas de nuestros derechos básicos, nos han robado la vida”, recalcó.
Afirmó que se encuentran retenidas “contra su voluntad” en un hotel en Arabia Saudí en “circunstancias terribles”, donde enfrentan un “aislamiento social prolongado” desde 2019.
Aseveró asimismo que todo el tiempo ha intentado buscar ayuda en las oficinas correspondientes del reino, ha cuestionado a todas las autoridades gubernamentales; sin embargo, no ha tenido respuesta y su situación sigue “descuidada y mal manejada”.
De acuerdo con sus familiares, Carly Morris, planeó hace tres años una breve visita a Arabia Saudí para que su hija de ocho años pudiera conocer a su abuelo paterno. Sin embargo, pronto se vio envuelta en una lucha para que le devuelvan a su hija, debido a que aplicaron a la menor las leyes de la tutela masculina.
El domingo, Morris fue convocada a la fiscalía saudí y arrestada bajo la acusación de “desestabilizar del orden público”, informó el diario británico The Guardian citando a un documento oficial.
Por su parte, las autoridades estadounidenses también confirmaron la detención de Morris y dijeron que darían seguimiento al caso. “Nuestra embajada en Riad [capital saudí] está involucrada en este caso y tiene la situación bajo su observación”, aseveró el martes el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price.
Sin embargo, hasta el momento no hay información sobre la hija de Morris.
Desde que el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman, se convirtió en el líder de facto del reino árabe en 2017, las autoridades han ordenado el arresto de cientos de activistas, blogueros, intelectuales y otros por sus críticas al Gobierno de Al Saud, que muestra una tolerancia casi nula con la disidencia, incluso frente a la condena internacional.