Anteriormente, Canberra había acordado pagar una compensación de 585 millones de dólares a la compañía Naval Group por la cancelación del contrato.
La cancelación por parte de Australia del multimillonario contrato que estipulaba la compra de una flota de submarinos franceses, les costará a los contribuyentes australianos, aproximadamente, otros 380 millones de dólares estadounidenses en costos adicionales, informa la prensa local.
Esta suma incluye amortizaciones de activos por la infraestructura construida en el territorio del país oceánico para el proyecto desechado de sumergibles franceses, así como la recontratación del personal que iba a trabajar en dicho programa. Los gastos adicionales alcanzan los 591 millones de dólares australianos (unos 382 millones de dólares estadounidenses) y fueron revelados este lunes durante una audiencia en el Senado australiano.
En septiembre de 2021, Canberra rescindió un contrato con la compañía francesa Naval Group, que preveía la construcción de 12 sumergibles convencionales por un monto total estimado en 66.000 millones de dólares. Australia tomó esa decisión con el objeto de firmar un nuevo acuerdo con EE.UU. para la compra de una flota de submarinos de propulsión nuclear, en el marco de la alianza de seguridad AUKUS.
En junio pasado, el Gobierno australiano decidió pagar una compensación de 585 millones de dólares estadounidenses a Naval Group. «Solo en un fallido proyecto de defensa de miles de millones de dólares, un gobierno intentaría ocultar 591 millones de dólares en costos adicionales», criticó el senador David Shoebridge. Estos gastos han sido desviados del presupuesto de Defensa, pero es la ciudadanía la que pagará ese precio, lamentó.