Los helicópteros de combate rusos están entre los mejores del mundo, pero las máquinas por sí mismas no traen la victoria. Un piloto del ya icónico helicóptero de ataque y reconocimiento Ka-52 Aligator cuenta cuál es la receta secreta.
El militar, llamado Egor, relata que los pilotos confían en la máquina, pero al mismo tiempo hacen su parte para que la misión se cumpla con éxito. Para ello, entre otras cosas, vuelan a altitudes extremadamente bajas y sorprenden al enemigo al usar rutas de aproximación inesperadas.
«En nuestro arsenal tenemos la maestría y la valentía. El enemigo será derrotado», concluyó el militar a la hora de explicar el éxito que tienen los pilotos de helicópteros rusos en Ucrania.
En sus palabras hay ocasiones cuando en un solo vuelo destruyen un tanque y dos vehículos de transporte de infantería blindados. Para ello normalmente se emplean misiles guiados, como los Vijr, Ataka y los novisimos Izdelie 305, que deleitan regularmente con las imágenes grabadas de sus ataques.
Otro importante aspecto que se puede observar en las imágenes, es el trabajo del sistema de protección antimisiles Vitebsk con el que están dotados estos helicópteros. En las imágenes se puede ver como uno de los huevos de la vida gira hacía la izquierda y por este lado la máquina empieza a lanzar bengalas, lo cual indica que el sistema ha detectado un lanzamiento de misil antiaéreo por aquel lado.
Este sistema ha mostrado un rendimiento excelente durante los vuelos de combate de los pilotos de helicópteros rusos, y en algunos casos llegó a desviar hasta dos docenas de misiles que fueron lanzados contra una sola aeronave en el transcurso de un solo vuelo.