Una multitud acompañó el funeral del defensor de la seguridad ciudadana Seyed Ruholá Ayamian, quien fue asesinado por vándalos en Karaj, al oeste de Teherán.
El ahora mártir Ayamian, miembro de la Fuerza de Resistencia Popular (Basich), perdió la vida tras recibir el jueves puñaladas de cuchillo de un grupo de alborotadores que generaron disturbios en la ciudad de Karaj, capital de la provincia de Alborz y situada al oeste de Teherán (la capital de Irán).
Este lunes, miles de los iraníes han acudido en masa a la ceremonia fúnebre de este defensor de la seguridad, que ha tenido lugar en el recinto religioso Imamzade Muhammad, ubicado en las cercanías de Karaj. En el acto también han participado el representante de Líder de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, el gobernador de la provincia de Alborz y varios de fuerzas militares y policiales.
La muerte de la joven iraní Mahsa Amini, el 16 de septiembre, en un hospital tras ser detenida por la policía, ha sido un pretexto usado por diversos medios para fomentar disturbios vandálicos en varias partes de Irán.