Previamente, el Ministerio de Defensa ruso confirmó el intercambio de prisioneros, gracias al cual regresaron a Rusia 107 militares que se encontraron en peligro de muerte durante su cautiverio.
Esta noche han llegado a un aeródromo de la región de Moscú los ciudadanos rusos liberados del cautiverio ucraniano tras un nuevo intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania.
En las imágenes del video divulgado se puede ver a los soldados bajar del avión y ser recibidos por sus familiares y amigos. En sus primeras declaraciones tras el intercambio, los militares expresaron alivio de volver a casa con vida.
«Gracias a nuestro presidente, gracias a todos ustedes, los que contribuyeron [al intercambio]», dijo uno de los exprisioneros a los periodistas, al reunirse con su esposa en el aeropuerto.
Otro preso liberado expresó que «aún no puede creer» que él y sus compañeros hayan podido salir del cautiverio, señalando que «lo más importante es haber regresado a casa». Ese mismo testigo subrayó la importancia de los intercambios, explicando que su sobrino aún permanece en manos de los ucranianos. «Está herido», afirmó.
Militares, que se encontraban en peligro de muerte, relatan las torturas que padecieron
El Ministerio de Defensa de Rusia informó este jueves que los militares se encontraban en peligro de muerte durante su cautiverio. Según el organismo, los liberados serán enviados a centros médicos de Moscú para su tratamiento y rehabilitación.
Unos militares relataron las violentas torturas a las que fueron sometidos por los ucranianos. Uno de los exprisioneros cuenta que nacionalistas ucranianas les obligaban caminar al aire libre durante 16 horas en el frío en camisas y pantalones ligeros, así como bañarse bajo el agua helada y dormir en el frío. En el centro de detención de Lvov, los soldados eran golpeados brutalmente si miraban a uno de los guardias de «forma equivocada».
También les torturaron psicológicamente: «Ellos [los ucranianos] decían que no habría ayuda, que Rusia se había olvidado de ti, que éramos escoria y carne«, afirmó, añadiendo que les obligaron a aprender y cantar canciones nacionalistas que alababan a Stepán Bandera, líder ultranacionalista con una historia sangrienta, que colaboró con las tropas de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.
Cabe destacar que los soldados rusos también subrayaron que cuando llegaron periodistas extranjeros, como franceses o estadounidenses, los ucranianos fingían comportarse humanamente. Pero solo durante el período de permanencia de los reporteros.
Otro militar liberado dijo que los discapacitados sin piernas eran obligados a hacer ejercicios físicos, como sentadillas, durante muchas horas. Añadió que los prisioneros que eran trasladados al «gimnasio» del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) a menudo no sobrevivían a las torturas, «la gente era golpeada hasta la muerte«.
Sin embargo, señaló que cuando estaba en esa prisión, tenía un gran deseo de volver al frente. ¿Por qué? «Por la forma en que [los ucranianos] tratan a la gente», declaró.