La crisis del gas en la Unión Europea puede empeorar el próximo año: Agencia Internacional de Energía


Es posible que no haya suficiente suministro para volver a llenar las instalaciones de almacenamiento el próximo verano, lo que pondría en peligro las reservas de invierno, afirma la agencia.

La crisis energética en la UE puede durar hasta 2024, dijo el jueves la Agencia Internacional de Energía (AIE) en su nuevo informe sobre el futuro del mercado energético.

Según el documento, la agencia espera escasez de gas en el invierno de 2023-2024 porque es posible que los países europeos no puedan recargar las instalaciones de almacenamiento durante los meses de verano.

La AIE explica que la reposición de existencias este año «se benefició de factores clave que bien podrían no repetirse en 2023», incluidas las entregas de gas de gasoductos rusos que estuvieron cerca de los niveles anteriores durante gran parte de la primera mitad del año a pesar de haber disminuido desde entonces debido a las sanciones. y dificultades técnicas.

La región también se benefició de las menores importaciones de gas natural licuado (GNL) de China en los primeros diez meses de 2022, lo que liberó GNL en el mercado mundial y permitió a la UE compensar la caída en las entregas de gas ruso con mayores compras de GNL.

“En caso de un cese total del suministro de gas por gasoducto ruso a la UE y una recuperación de las importaciones chinas de GNL a los niveles de 2021, el nuevo análisis de la AIE muestra que Europa podría enfrentar una brecha desafiante entre la oferta y la demanda de 30 mil millones de metros cúbicos durante el período clave. período para recargar el almacenamiento de gas en el verano de 2023. Esta brecha podría representar casi la mitad del gas requerido para llenar los sitios de almacenamiento al 95% de su capacidad para el comienzo de la temporada de calefacción 2023-24”, dice el informe.

El jefe de la AIE, Fatih Birol, dijo que el próximo invierno puede resultar mucho más duro que el próximo.

“Cuando observamos las últimas tendencias y los probables desarrollos en los mercados de gas europeos y mundiales, vemos que Europa se enfrenta a un desafío aún mayor el próximo invierno”, advirtió.

Sugirió que para evitar que la crisis empeore, los gobiernos europeos deberían intensificar el trabajo para “reducir estructuralmente la demanda de gas” en toda la región.

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