Una sonda espacial se acerca a las lunas de Marte para desvelar el misterio de su origen

El misterio sobre el origen de las lunas marcianas podría estar un paso más cerca de resolverse. Una sonda espacial se ha acercado a tan solo unas decenas de kilómetros de distancia del mayor de los dos satélites hermanos para captar datos sobre lo que hay debajo de su superficie cubierta de cráteres.
Lo que ocurre, es que aún no se sabe a ciencia cierta si estas dos lunas son en realidad unos asteroides que quedaron capturados por la fuerza gravitatoria del planeta rojo o se formaron a partir del material arrancado de Marte durante una colisión, explicó el astrónomo Colin Wilson, de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Según él, este misterio se debe al hecho de que «su aspecto sugiere que fueron asteroides, pero la forma en que orbitan Marte podría sugerir lo contrario«.
Con un diámetro de 22,2 kilómetros, Fobos es la mayor de las dos lunas y orbita alrededor de Marte a una distancia media de la superficie de unos 6.000 kilómetros. Mientras tanto, Deimos mide solo 12,6 kilómetros de diámetro y tiene una distancia orbital media que es mucho mayor, asciende a unos 20.000 kilómetros de Marte.
Ambos son objetos bastante peculiares y en muchos aspectos se diferencian no solo de nuestra Luna, sino también entre sí.
Así que mientras Deimos se aleja y puede que un día se escape de Marte por completo, Fobos está haciendo lo opuesto, se está acercando al planeta rojo 1,8 centímetros cada año. Por lo tanto, los científicos sugieren que en los próximos 100 millones de años Fobos podría desintegrarse y formar un anillo de fragmentos.
Tampoco está claro su origen. Una serie de pruebas convincentes sugieren que nuestra Luna se desprendió de la Tierra en una colisión gigante, pero Marte y sus lunas se encuentran a millones de kilómetros de distancia de nosotros, por lo que no son tan fáciles de estudiar.
En términos de composición, Fobos y Deimos parecen ser bastante similares, lo que sugiere que podrían proceder de la misma fuente y esa composición también es similar a la de un grupo de asteroides. Pero también tienen órbitas similares y «limpias». Ambas son casi circulares y muy próximas al ecuador de Marte, una característica que no es típica de los asteroides capturados.
Una forma de buscar respuestas es averiguar qué se esconde bajo la superficie de las lunas. Por ello, ESA envió su orbitador Mars Express para realizar un sobrevuelo de Fobos a una distancia de tan solo 83 kilómetros del satélite con aspecto de patata. Para contextualizar, la línea de Karman que separa la atmósfera terrestre del espacio interplanetario se encuentra a unos 100 kilómetros de altura, por lo que un sobrevuelo a solo 83 kilómetros es muy bajo.
Dicho sobrevuelo tuvo lugar a finales de septiembre y para analizar lo que se esconde bajo la superficie se usó un instrumento llamado MARSIS, que se descifra en español como Radar para Sondeos Avanzados Subsuperficiales y la Ionósfera. Se trata de un radar que envía ondas de radio de baja frecuencia a Marte y los científicos pueden averiguar qué se encuentra bajo su superficie por la manera en que rebotan estas ondas en los diferentes materiales.
Gracias a este instrumento los científicos intuyeron que podría haber lagos de agua líquida (o depósitos de arcilla, o depósitos de roca volcánica, o capas de roca y hielo) enterrados bajo el casquete polar sur marciano. Ahora, el instrumento se dispone a desmitificar la estructura interna de Fobos.

«Todavía estamos en una fase temprana de nuestro análisis. Pero ya hemos visto posibles indicios de rasgos hasta ahora desconocidos bajo la superficie de la luna. Estamos entusiasmados por ver el papel que MARSIS podría desempeñar para resolver finalmente el misterio que rodea el origen de Fobos», explicó la astrónoma Andrea Cicchetti, del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia, que opera el MARSIS.

En los próximos años, Mars Express realizará sobrevuelos aún más cercanos de la pequeña luna abultada. Entre 2023 y 2025, la sonda se acercará, según espera el equipo, hasta 40 kilómetros a la superficie de Fobos. De este modo, será posible recoger aún más datos sobre su estructura interior.
Además, las agencias espaciales de todo el mundo están colaborando en la misión Martian Moons eXploration. Este ambicioso proyecto pretende enviar una sonda a Fobos y Deimos para estudiarlos en detalle, obtener una muestra de Fobos y traerla a la Tierra para su análisis detallado.
Tal vez entonces tengamos por fin una respuesta definitiva sobre el lugar de nacimiento de estas dos pequeñas y extrañas lunas marcianas.
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