El Secretario del Consejo de Seguridad ruso se proclama sobre el mensaje de Truss enviado a Blinken

El Secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, indica que el mensaje de texto que decía «está hecho» enviado por la exprimera ministra británica Liz Truss al secretario de Estado estadounidense Antony Blinken tras los atentados en el Nord Stream confirma la participación de la Armada británica en este ataque.
«Está claro que el principal beneficiario de estos atentados terroristas es Estados Unidos, y que representantes de la Armada británica participaron en su planificación y ejecución, según la información del Ministerio de Defensa ruso», declaró Pátrushev en una reunión de secretarios de Consejos de Seguridad de los países miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), celebrada en Moscú.
«No se puede ignorar el mensaje de texto con el que, la que era la primera ministra británica Liz Truss informa inmediatamente al secretario de Estado estadounidense Antony Blinken, un minuto después de que fueran detonados los oleoductos, de que todo ‘está hecho'», añadió.
Asimismo, Pátrushev denunció que Estados Unidos y el Reino Unido reclutan a terroristas internacionales para que participen en las hostilidades del lado de Ucrania. Agregó que las palabras del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, sobre la necesidad de un ataque nuclear preventivo contra Rusia confirman el mal estado de la salud mental del régimen de Kiev.

Planes de Kiev de construir la bomba sucia

Pátrushev aseguró que Kiev está construyendo una «bomba sucia» con la participación de los socios occidentales.
«Según la información disponible, en Ucrania se está trabajando en la construcción de una carga nuclear ‘sucia’. Creemos que este proceso se lleva a cabo con la participación de supervisores occidentales», agregó.
«En este sentido, expresamos una muy seria preocupación por una situación tan claramente peligrosa, que en caso de no detenerse amenaza con una catástrofe mundial», añadió.
El teniente general Igor Kirílov, jefe de las tropas de Defensa Nuclear, Biológica y Química de Rusia, declaró anteriormente que el Ministerio de Defensa ruso dispone de información sobre los planes de Kiev de utilizar una «bomba sucia» y acusar a Moscú de ello. Al mismo tiempo, una fuente informada de Sputnik había informado que el régimen de Kiev incluso ya preparó una maqueta del misil balístico ruso Iskander, que sería lanzado contra la zona de exclusión de Chernobil, donde sería “interceptada” por las defensas aéreas ucranianas.
«Una ‘bomba sucia’ es un recipiente con isótopos radiactivos y una carga explosiva. Al detonar la carga, el contenedor se destruye y la sustancia radiactiva se dispersa por una onda de choque, creando una contaminación radiactiva del terreno en grandes áreas. Según una presentación del Ministerio de Defensa ruso, en caso de que Ucrania detone una ‘bomba sucia’, los isótopos radiactivos se dispersarán en la atmósfera a una distancia de hasta 1.500 kilómetros y podrían cubrir Polonia.

Los intentos de destruir la etnia rusa

Pátrushev denunció que los “anglosajones”, con la ayuda de Ucrania, quieren sentar un precedente para una mayor fragmentación de la etnia rusa, y su objetivo es su completa erradicación.
«Los occidentales saben que rusos y ucranianos siempre han sido un pueblo indivisible con una cultura y un destino comunes. Hoy, Ucrania se ha convertido de hecho en un importante centro mundial del extremismo ultraderechista», denunció.
«Al orquestar el golpe de Estado de 2014 en Kiev y poner en marcha la transformación acelerada de Ucrania en la llamada ‘Antirrusa’, los anglosajones pretendían no solo preparar un trampolín para presionar a nuestro país, sino también sentar un precedente para fragmentar aún más la etnia rusa con vistas a su completa erradicación», dijo el secretario.
En su opinión, Rusia lucha «precisamente contra el régimen títere de Kiev», ya que los ucranianos son simplemente utilizados como «herramienta para contener a Rusia».

Los ataques contra la central nuclear de Zaporozhie

La visita de una delegación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a la central nuclear de Zaporozhie no ha conducido al cese de los ataques a la planta nuclear ni a la condena del régimen de Kiev por parte de la comunidad internacional, informó Pátrushev.
«Las fuerzas neonazis ucranianas siguen bombardeando la central nuclear de Zaporozhie con armas occidentales, lo que podría conducir a una catástrofe global. (…) Los representantes del OIEA están en la central nuclear de Zaporozhie, pueden ver lo que ocurre, quién dispara y desde dónde. Sin embargo, nadie habla del bombardeo de la central nuclear por parte de las tropas ucranianas, mientras que los medios de comunicación lo exageran culpando a Rusia», dijo.
Poco antes de las declaraciones de Pátrushev, las autoridades de la región de Zaporozhie, que se incorporó a Rusia a finales de septiembre, reportaron que el régimen de Kiev colocó explosivos en las instalaciones de la mayor central nuclear de Europa, que se encuentra en esta región. Dichos explosivos fueron escondidos allí en febrero o marzo, informaron las autoridades locales.

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