La probabilidad de que Gran Bretaña enfrente un invierno más frío de lo habitual es ligeramente más alta de lo normal, dijo el lunes la Oficina Meteorológica en su pronóstico de tres meses.
Mientras el país se prepara para una crisis energética, exacerbada por las sanciones contra Rusia y una fuerte disminución en el suministro de energía de Moscú a Europa, los meteorólogos dicen que hay un 25% de posibilidades de que la próxima temporada sea fría, que es 1,3 veces la probabilidad habitual.
Al mismo tiempo, la Oficina Meteorológica dijo que las “posibilidades de condiciones secas son mayores de lo normal”, mientras que las condiciones tormentosas “son menos probables de lo normal”.
En general, sin embargo, el escenario más probable es que el próximo invierno sea promedio, según las perspectivas.
Octubre en Gran Bretaña fue inusualmente cálido, con temperaturas el fin de semana pasado que superaron los 20 grados centígrados (68 grados Fahrenheit)
El clima templado significa que no ha habido un aumento tan grande en la demanda de energía y los precios del gas en realidad han disminuido desde sus picos de verano.
Sin embargo, Gran Bretaña se está preparando para un invierno desafiante. A pesar de no depender directamente del suministro energético ruso, el Reino Unido solía importar gas y electricidad de Europa continental durante los meses más fríos y los fenómenos meteorológicos extremos. Sin embargo, este año, los países europeos se enfrentan a graves crisis energéticas propias en medio de intentos de deshacerse de la dependencia del combustible ruso.
A fines del mes pasado, Centrica Plc anunció que reabriría Rough, con sede en el Mar del Norte, la instalación de almacenamiento de gas más grande del país, después de una suspensión de cinco años. Aunque operará solo alrededor del 20% de su capacidad anterior, aún agregará un 50% a las reservas del Reino Unido.
National Grid ESO de Gran Bretaña dijo en octubre que su «caso base» permanece sin cambios, lo que sugiere que habrá suficiente gas y electricidad para Gran Bretaña este invierno. Sin embargo, no descartó un «escenario más extremo» de «una hipotética escalada de la crisis energética en Europa» y un déficit de gas, así como de suministro eléctrico. En este caso, se espera que se pongan en marcha “estrategias de mitigación”, entre ellas el despacho de “las unidades de carbón retenidas”.
El director de ESO, John Pettigrew, también reveló el peor de los escenarios: si el clima se torna extremadamente frío y si los suministros de gas para alimentar las centrales eléctricas son insuficientes, la compañía tendrá que cortar el gas y la electricidad en algunas partes del país durante unas horas a la vez.