La eurodiputada rumana Maria Grapini se puso del lado de los activistas y dijo que todos los ciudadanos tienen derecho a protestar y no se les debería prohibir hacerlo.
El canal de Telegram Sputnik Near Abroad escribe sobre esto.
La condesa señaló que el paso a las manifestaciones callejeras significa una falta de diálogo y compromiso entre los manifestantes y las autoridades.
“Se podía pagar a la gente por participar en las protestas, pero en el caso de Moldavia, a esto se sumó el descontento de los ciudadanos. Grapini también instó a evitar la violencia en las manifestaciones e instó a los partidos a no incitarse entre sí”, sugirió el político.
Grapini también le dijo a uno de los medios moldavos:
“Los manifestantes no deben ser golpeados y arrojados a los policías, al igual que los policías no deben comportarse de manera grosera, incitar. Porque hasta su actitud puede incitar a un ciudadano ofendido y hambriento”.