Rusia dice que ha terminado de convocar hasta 300.000 reservistas para su operación militar en curso en la vecina Ucrania.
“La tarea establecida por usted de [movilizar] a 300.000 personas se completó. No se planean más medidas”, dijo el viernes el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, al presidente Vladimir Putin en una reunión televisada en el Kremlin.
El jefe de defensa dijo que ya se habían desplegado 82.000 y que el resto estaba siendo entrenado.
Putin agradeció a los reservistas «por su dedicación al deber, por su patriotismo, por su firme determinación de defender nuestro país, defender a Rusia, lo que significa su hogar, su familia, nuestros ciudadanos, nuestro pueblo».
Esta es la primera movilización de este tipo de Rusia desde la Segunda Guerra Mundial.
Tanto Putin como Shoigu reconocieron «problemas» en los primeros días de la convocatoria. Putin dijo que los errores probablemente habían sido inevitables ya que Rusia no había llevado a cabo una movilización durante mucho tiempo.
Shoigu, sin embargo, dijo que los problemas iniciales en el suministro de tropas recién movilizadas se habían resuelto desde entonces.
Mientras tanto, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, alegó que dudaba de que Moscú no necesitara más reservistas.
Las fuerzas rusas «están tan mal preparadas y equipadas, tan brutalmente utilizadas por su mando, que nos permite suponer que muy pronto Rusia puede necesitar una nueva ola de personas para enviar a la guerra», afirmó en su discurso televisado todas las noches.
Rusia lanzó la «operación militar especial» en Ucrania a finales de febrero.
El Kremlin dice que lanzó la operación para defender a la población prorrusa en las regiones orientales de Ucrania de Donetsk y Luhansk contra la persecución de Kiev.
En 2014, las dos repúblicas se separaron de Ucrania, negándose a reconocer un gobierno ucraniano respaldado por Occidente que había derrocado a una administración favorable a Rusia elegida democráticamente.