Moscú clasifica las explosiones del oleoducto Nord Stream como actos de terrorismo internacional, ya que Dinamarca y Suecia impiden que Rusia investigue los incidentes. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia subraya que la investigación puede considerarse confiable y objetiva solo si Moscú participa en ella.
El Ministerio de Defensa ruso (MoD) ha declarado que funcionarios de la Royal Navy del Reino Unido participaron en la planificación e implementación de un ataque terrorista en la red de gasoductos Nord Stream en el Mar Báltico el 26 de septiembre.
«Según los datos obtenidos, los representantes de la Marina del Reino Unido participaron en la planificación, organización y ejecución del acto terrorista en el Mar Báltico el 26 de septiembre de 2022 para volar los gasoductos Nord Stream-1 y Nord Stream-2», dijo el comunicado del Ministerio de Defensa de Rusia
A fines de septiembre, las supuestas explosiones ocurrieron en tres de las cuatro cadenas de los gasoductos submarinos Nord Stream 1 y 2, construidos para transportar 110 mil millones de metros cúbicos anuales combinados de gas ruso a Europa bajo el Mar Báltico.
El bombardeo detuvo las entregas de gas a Alemania antes de la temporada de frío, lo que provocó un aumento en el precio del gas y una lucha por fuentes alternativas de combustible en la Unión Europea.
Las autoridades suecas y danesas sospechan que el incidente fue el resultado de un sabotaje, y ambos países prohibieron a Rusia investigar el ataque.
La Fiscalía General de Rusia clasificó las explosiones del oleoducto como actos de terrorismo internacional. Según la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, la investigación de los ataques terroristas solo puede considerarse confiable y objetiva si Moscú participa en la investigación.
La empresa operadora Nord Stream AG dijo más tarde que el daño al sistema de tuberías no tiene precedentes, mientras que el presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que fue un ataque deliberado a la infraestructura energética de Europa, insinuando que Estados Unidos y Gran Bretaña podrían ser responsables de las explosiones.