Un microcomerciante dirige una modesta tienda de comestibles cerca del centro de la ciudad de Bruselas. Solo usa tres refrigeradores y los apaga parte del día. Los clientes se quejan con él sobre el aumento de los precios en la caja. La tienda puede ser modesta, pero sus facturas de energía ciertamente no lo son.
La decisión de los líderes de la UE de reducir las importaciones de gas ruso en dos tercios está pasando factura. Importar gas natural licuado de EE. UU. cuesta una fortuna. Es bueno para Estados Unidos, pero no para los ciudadanos de la UE. La Comisión Europea quiere que los 27 países de la UE compren gas como un solo cliente para abril.
La Comisión Europea acaba de presentar una nueva regulación de emergencia diseñada para combatir los altos precios de la energía y garantizar la seguridad del suministro, pero muchos expertos dicen que está claro que las sanciones contra Moscú por el conflicto en Ucrania seguirán siendo contraproducentes. Mientras los ciudadanos desesperados buscan alternativas, los partidos políticos extremistas anti-UE del bloque están ganando terreno.
Es por esta razón que muchos analistas dicen que los líderes de la UE podrían recordar su manejo de la cuestión Ucrania-Rusia con enorme pesar.
La UE inyecta miles de millones de euros en el gobierno y el ejército de Ucrania. No escuchamos ninguna mención de negociaciones de paz. Un sinnúmero de empresarios de la UE, como Abdullah, se preguntan con ansiedad cuánto tiempo más será factible mantener sus puertas abiertas.