Estados Unidos ha advertido que la alianza entre Irán y Rusia se debe considerar como una amenaza potencial, especialmente para los países de la región.
“La profundización de Rusia en una alianza con Irán es algo que todo el mundo, especialmente los de la región, debería ver como una profunda amenaza”, ha advertido este martes, el portavoz adjunto del Departamento de Estado de EE.UU., Vedant Patel.
Hablando durante una rueda de prensa, el vocero ha asegurado que Washington seguirá tomando medidas “prácticas y agresivas” para dificultar que Irán venda “drones y misiles” a Rusia; tales medidas podrían incluir sanciones y controles de exportación.
Unas horas antes, la agencia británica de noticias Reuters, citando a dos funcionarios desconocidos iraníes, ha alegado que Irán ha prometido proporcionar a Rusia misiles tierra-tierra, además de “más drones”.
Estados Unidos y Ucrania acusan, sin presentar evidencias creíbles, a Rusia de haber utilizado drones militares iraníes en su reciente ataque contra la capital ucraniana, Kiev.
A su vez, Teherán en reiteradas ocasiones ha dejado en claro que no ha apoyado a ninguna de las partes involucradas en el conflicto de Ucrania, porque cree en la vía diplomática como la mejor manera de resolución de la disputa entre los dos vecinos.
En este sentido, el portavoz de Cancillería de Irán ha afirmado esta misma jornada que las acusaciones antiraníes tienen motivos políticos, y destacado que el país persa se opone a la guerra y considera imprescindible resolver las diferencias por la vía política.
Los infundios antiraníes producen mientras que EE.UU. y sus aliados occidentales desde que inició el conflicto bélico, el 24 de febrero, siguen bombeando incesantemente armas y ayuda militar a Ucrania. Sin ir muy lejos, este mismo martes la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) informó de su decisión de armar a Kiev con sistemas antidrones sofisticados.