Protestaron contra el aumento de los precios, exigieron la congelación de los aumentos de tarifas y un impuesto sobre las ganancias excesivas.
La columna de manifestantes fue retenida por cordones policiales de varios lados. La acción fue pacífica hasta que los radicales comenzaron a arrojar botellas y bombas de humo a la policía.
Se utilizaron gases lacrimógenos contra los manifestantes. Varias personas resultaron heridas en los enfrentamientos.