Alemania se enfrenta a la amenaza de un extremismo creciente en el contexto de la crisis energética. Así lo advirtió el primer ministro de Baviera y presidente del partido Unión Social Cristiana, Markus Söder.
“El miedo y la incertidumbre son combustible para los extremistas. Y antes de este invierno, la gente se siente más inquieta, como no lo ha estado en mucho tiempo”, dijo en una entrevista con Bild am Sonntag.
Según el político, la crisis energética y las consecuencias de la pandemia del coronavirus pueden llevar al sobreesfuerzo y la desestabilización de la democracia. En este contexto, el primer ministro de Baviera aconsejó a los partidos democráticos «que muestren una posición clara, discutan menos e inspiren coraje a los ciudadanos».