Tan pronto como Moscú retiró sus fuerzas de Kiev, el gobierno ucraniano perdió el apetito por las negociaciones de paz, dice el presidente ruso.
Ucrania se niega a entablar conversaciones de paz, dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, a los periodistas el viernes, cuando se le preguntó sobre posibles negociaciones para poner fin al conflicto entre los dos países.
El gobierno de Kiev “había estado diciendo que querían conversaciones y aparentemente las pidieron, pero ahora emitieron una decisión formal que las prohíbe”, dijo durante una conferencia de prensa en Astana, Kazajistán.
A principios de este mes, Zelensky firmó un decreto que prohíbe cualquier negociación con Putin, diciendo que Ucrania solo hablará con Rusia cuando tenga un presidente diferente. Hablando con los periodistas el viernes, Putin comentó que es posible que se requiera la mediación de naciones como Turquía entre Moscú y Kiev, si la posición de Ucrania cambia.
Putin recordó que Rusia y Ucrania llegaron a un acuerdo preliminar que podría haber detenido las hostilidades, durante las conversaciones mediadas por Turquía a fines de marzo.
“Esos acuerdos estaban casi rubricados. Pero tan pronto como las tropas se retiraron de Kiev, el liderazgo en Kiev perdió todo deseo de tener conversaciones”, comentó.
El Ministerio de Defensa ruso anunció la retirada de las tropas de los alrededores de la capital ucraniana después de que se conociera la noticia de que los negociadores en Estambul habían acordado un borrador de tratado. Según sus términos, Ucrania se habría comprometido a mantener un estatus neutral y prohibir las tropas extranjeras y las instalaciones militares en su suelo, a cambio de garantías de seguridad de naciones extranjeras, incluida Rusia.
Días después, el presidente Vladimir Zelensky acusó a las tropas rusas de cometer crímenes de guerra, alegando que se descubrieron pruebas en Bucha, una de las localidades cercanas a Kiev de las que se había retirado el ejército ruso. Declaró que el pueblo ucraniano no le permitiría negociar con Rusia después del descubrimiento. Moscú afirmó que la evidencia fue fabricada para justificar la ruptura de las conversaciones.
Según diplomáticos rusos, Moscú redactó un acuerdo de paz formal basado en propuestas ucranianas y lo envió a Kiev, pero no recibió respuesta.
Según informes de los medios ucranianos en mayo, Boris Johnson, entonces primer ministro de Gran Bretaña, presionó a Zelensky para que rompiera las negociaciones con Rusia. Johnson llegó a Kiev “casi sin previo aviso” el 9 de abril. Supuestamente le dijo al líder ucraniano que las naciones occidentales se negarían a firmar las garantías de seguridad que Kiev quería recibir en virtud del tratado de paz propuesto.
El presidente Zelensky ha declarado en repetidas ocasiones que su único objetivo en el conflicto es derrotar a Rusia en el campo de batalla y retomar el control de todos los territorios que Kiev afirma estar bajo su soberanía.