Los recientes actos de sabotaje en los oleoductos Nord Stream muestran la vulnerabilidad del bloque, dice la Comisión Europea
La Comisión Europea (CE) tiene la intención de trabajar con los países de la Unión Europea para probar la infraestructura energética clave del bloque en busca de interrupciones inesperadas, dijo el lunes la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, en una conferencia en Tallin, Estonia.
Señaló que los “actos de sabotaje contra los oleoductos rusos Nord Stream han demostrado cuán vulnerable es la infraestructura crítica” de la UE.
“Necesitamos proteger nuestra infraestructura crítica. Necesitamos probar nuestra infraestructura, identificar debilidades y preparar nuestra respuesta en caso de interrupciones inesperadas”, dijo von der Leyen. “Trabajaremos con los países miembros para realizar estas pruebas de estrés en el sector energético, así como en otras áreas de alto riesgo, por ejemplo… infraestructura eléctrica”.
Los gasoductos Nord Stream 1 y 2 perdieron presión abruptamente el mes pasado, luego de una serie de poderosas explosiones submarinas frente a la isla danesa de Bornholm. El incidente provocó fugas masivas de gas, con grandes volúmenes ingresando al mar. Se considera ampliamente que las rupturas son el resultado de un sabotaje, llevado a cabo por un grupo desconocido.
Las rutas fueron diseñadas para transportar gas natural ruso directamente a Alemania, sin pasar por los estados de tránsito, incluidos Ucrania y Polonia.
Moscú calificó el incidente como un ataque terrorista y dijo que Estados Unidos, un crítico desde hace mucho tiempo de la dependencia de Alemania de la energía rusa, se beneficiaría más de la desactivación de las rutas, tanto política como económicamente. Washington ha negado cualquier participación. Sin embargo, el secretario de Estado, Antony Blinken, elogió el incidente como una “tremenda oportunidad” para que Europa “elimine de una vez por todas la dependencia de la energía rusa”.
Ninguno de los oleoductos estaba operativo en el momento de la brecha. Berlín se negó a certificar el Nord Stream 2 más nuevo después de su finalización el año pasado, y Rusia detuvo los suministros a través del Nord Stream 1 más antiguo a fines de agosto, citando problemas de mantenimiento relacionados con las sanciones.