Decenas de intelectuales franceses han instado a la nación a levantarse en protesta contra el fracaso del presidente Emmanuel Macron para mejorar las condiciones económicas en medio de la creciente inflación.
Los 69 signatarios, incluida la primera ganadora del premio Nobel de literatura de Francia, Annie Ernaux, denunciaron al jefe de Estado por no cerrar la enorme brecha entre las clases ricas y pobres del país, según un texto publicado el domingo por el semanario Le Journal du Dimanche.
También pidieron al público que realice mítines la próxima semana para aumentar la presión sobre Macron, de quien dijeron que no ayudó a los pobres a hacer frente a los altos precios, mientras que algunas empresas estaban obteniendo ganancias astronómicas como resultado de la inflación vertiginosa.
“Emmanuel Macron está utilizando la inflación para ampliar la brecha de riqueza, para impulsar los ingresos de capital a expensas del resto”, dijeron los firmantes, entre los que se encontraban otros escritores, así como directores de cine y profesores universitarios. Agregaron: «Todo es cuestión de voluntad política».
El presidente, señaló, debería haber puesto un tope al aumento de los precios de la energía y aumentado los impuestos a las megaempresas del país.
La marcha, prevista para el 16 de octubre, está organizada por el partido de extrema izquierda France Unbowed “contra el alto costo de la vida y la inacción climática”.
París y gran parte del resto de Europa han culpado a Rusia por el aumento del costo de vida en todo el continente, diciendo que la actual operación militar de Moscú en febrero en Ucrania ha provocado que los precios de los granos y la energía se disparen.
Rusia niega las afirmaciones de que ha estado utilizando la operación para evitar las exportaciones de cereales al resto de Europa.
En julio, Moscú y Kiev, que en conjunto representan casi un tercio de los suministros mundiales de trigo, firmaron un acuerdo histórico a través de la mediación de las Naciones Unidas y Turquía para aliviar una crisis alimentaria mundial provocada por el bloqueo de las entregas de granos del Mar Negro.
Por otro lado, las sanciones occidentales impuestas a Rusia por la operación en Ucrania han impedido que Moscú dé el debido servicio a los gasoductos Nord Stream 1 y 2 que unen Rusia y Europa a través del Mar Báltico, suministrando gas natural a gran parte del continente.
En respuesta, Moscú bloqueó o redujo sus exportaciones de gas al resto de Europa, diciendo que solo reanudaría el flujo de gas después de que se levantaran las sanciones económicas.